• En junio el IGAE tuvo una caída de 0.31% mensual vs -0.1% pronosticada por el IOAE.
• 8 de 14 actividades bajaron en el mes, se anticipa un cambio de tendencia.
• El PIB del 2T fue revisado desde +0.98% t/t hasta +0.92%, pero el del 1T mejoró.
A pesar de la debilidad de junio, prevaleció el dinamismo en la primera mitad del año
Hoy se publicaron los datos del IGAE de junio de 2022. Con cifras reales, el índice alcanzó un nivel de 111.0 puntos, lo que implica una caída de 0.31% mensual (m/m) respecto a los 111.3 de mayo, pero un avance de 1.79% frente a junio de 2021. El dato resultó más negativo que la estimación de -0.1% del IOAE, aunque destaca el hecho de que ni la industria ni los servicios se contrajeron como se esperaba y, en su lugar, la caída se debió a una variación de -5.97% mensual en las actividades primarias, que suelen ser muy volátiles. En este contexto, la revisión a las cifras del PIB de la que también informó hoy el INEGI fue mixta, pues el segundo trimestre se revisó ligeramente a la baja, desde +0.98% trimestral (t/t) hasta +0.92%, pero este movimiento fue más que compensado por el ajuste en el 1T desde +1.01% hasta +1.14%.
De esta manera, la publicación de las estadísticas de actividad económica conlleva una mejora para el panorama de corto plazo, recordando que el crecimiento acumulado en la primera mitad de 2022 asciende a 1.94%, por lo que el riesgo sobre el pronóstico del consenso de un avance del PIB de 1.8% en todo el año, incluyendo al nuestro de 1.7%, se mantiene sesgado al alza.
8 de las 14 actividades bajaron en el mes, se anticipa un cambio de tendencia
Independientemente de que el panorama completo del primer semestre del año sea alentador, los datos confirman el cambio de tendencia que la economía ha tenido en los últimos meses. En junio, la debilidad se percibe a nivel sectorial, pues 8 de las 14 actividades en las que se desglosa el IGAE tuvieron contracciones y la caída del índice general solo se evitó gracias a los buenos resultado de 3 rubros de peso: la construcción, con +0.32% mensual, la minería con +2.13% y el comercio al por mayor con +2.45%. Así, los agregados del sector secundario y el terciario lograron variaciones mínimas, pero positivas (+0.06% m/m y +0.04%, respectivamente), lo que podría dotar de cierta resiliencia a la tendencia del 3T si se evita una debacle mayúscula en julio. A nivel de PIB, la dinámica entre los 3 grandes sectores fue similar, pues tuvieron variaciones de alrededor de 0.9% gracias al impulso que otorgó el alza de marzo.
Rumbo Económico
Las cifras dadas a conocer hoy orillan a una interpretación dual, pues en el margen la economía da alertas tempranas sobre el deterioro en el entorno de crecimiento, pero si tomamos como referencia un plazo más amplio se aprecia un estado de dinamismo. No obstante, es necesario recordar que la economía mexicana todavía se encuentra en proceso de recuperación tras una caída bastante precipitada, por lo que las cifras deben de analizarse en este contexto, que favorece avances veloces. Al momento, la dimensión de nuestra economía es similar a la de 2017 y el rezago para recuperar los niveles precrisis asciende a 2.35%, lo que refleja que el bajo crecimiento sigue siendo uno de los principales retos para nuestro país.
