El ECB mantuvo sin cambios su postura monetaria. El Consejo de Gobierno conservó las tasas de interés de referencia sin cambios (tasa refi: 0%; tasa de depósitos: -0.4%; tasa de facilidad marginal de crédito: 0.25%). Mientras tanto, el programa de expansión cuantitativa (QE) seguirá siendo de 80mme hasta finales de este mes. A partir de abril y hasta diciembre, el monto será de 60mme mensuales. En la conferencia de prensa, Draghi mostró un tono menos dovish, que es consistente con la revisión al alza en estimados de crecimiento e inflación.
El ECB espera que la economía siga creciendo a un paso moderado. De acuerdo con la actualización de estimados del ECB, la economía crecerá 1.8% este año, 0.1pp por encima de los pronósticos de diciembre. Para 2018 esperan un crecimiento de 1.7%, en línea con el estimado hecho en diciembre. No obstante, para 2019 proyectan un crecimiento de 1.6%, lo que representa una ligera desaceleración respecto a años anteriores. En este contexto, Draghi reconoció que el balance de riesgos para el crecimiento ha mejorado, aunque prevalecen los riesgos relacionados con temas geopolíticos y con otros asuntos globales, como lo podrían ser una desaceleración en China o el impacto de las políticas a implementarse en Estados Unidos.
La evaluación de la inflación fue más positiva. Los estimados macroeconómicos del banco central muestran un avance anual de 1.7% en 2017, muy por encima del 1.3% estimado en el mes de diciembre. Para 2018 anticipan un incremento en precios de 1.6%, por encima del 1.5% proyectado en la última publicación. Por último, en 2019 esperan un alza de 1.7%, sin cambios respecto al estimado previo. El ECB fue enfático en que la inflación general se ha recuperado notablemente debido al comportamiento de los precios del petróleo, que ha permitido un mayor incremento de los precios de energéticos por una baja base de comparación. Sin embargo, la inflación subyacente sigue sin dar signos convincentes de una tendencia de alza
En la conferencia de prensa, el presidente del Consejo de Gobierno mostró un mayor optimismo. Draghi explicó que ya no espera que el ECB tenga que utilizar todas las herramientas disponibles para estimular a la dinámica de precios, situación que rápidamente se vio reflejada en las fluctuaciones del tipo de cambio. Es claro que la división de opiniones dentro del Consejo de Gobierno se ha reducido entre los miembros con mayor sesgo hawk y los de sesgo dove como lo es Draghi. No obstante, aún no discuten la fecha en que comenzará la reducción de la compra de activos (tapering). Por último, Draghi puso énfasis en que la mejoría de las condiciones de empleo, dado que la tasa de desempleo ha bajado notablemente en los últimos meses, podría ser un importante catalizador para el crecimiento económico y la inflación.
En nuestra opinión, el ECB mantendrá su postura monetaria sin cambios hasta septiembre, cuando decida si sigue con el programa de compra de activos o comienza a retirar el estímulo de forma gradual. El banco central del bloque puso en marcha el programa de QE en enero de 2015, desde entonces, la postura monetaria ha sido sumamente acomodaticia. Adicionalmente, el incremento de los precios de energéticos ha sido parte de las causas de un nuevo capítulo inflacionario de forma global. En Alemania, la inflación ya se ha comenzado a recuperar más rápido que en otros países, mientras que el crecimiento dentro del bloque sigue siendo moderado pero estable, lo que podría poner cierta presión sobre la autoridad monetaria a retirar parte del estímulo hacia adelante. El ECB seguirá monitoreando estos sucesos y creemos que será muy relevante lo que ocurra en las elecciones en Alemania, Francia y Holanda y sus posibles repercusiones sobre la estabilidad del bloque en caso de que algún candidato radical obtenga la victoria en las diversas contiendas electorales.