Este próximo miércoles 01 de mayo concluye la reunión de política monetaria de la Fed. Todo parece indicar que dejarían sin cambios su tasa de interés de referencia en 5.50%.
El encuentro llega tras cifras en EUA de un crecimiento más lento de lo esperado, por debajo del 2% trimestral anualizado por primera vez en siete trimestres, y una inflación más alta de lo anticipado.
Lo anterior plantea retos para la Fed, aunque el sesgo que dominaría seguiría siendo el tema de precios.
La inflación en Estados Unidos, pese a los avances, persiste en niveles elevados. Ante este panorama, la Fed seguirá adoptando una postura prudente, resistiéndose a reducir las tasas de interés precipitadamente. Esta cautela se fundamenta en el análisis de las consecuencias a largo plazo que podrían derivar de decisiones apresuradas.
Por su parte, el PIB de EUA es volátil y está sujeto a grandes revisiones, por lo que el avance más débil de lo previsto en el primer trimestre no es tan preocupante. Además, los componentes de la demanda agregada continúan con crecimientos robustos.
Es muy probable que tanto en el comunicado como Powell en la conferencia de prensa reiteren el mensaje de cautela. Esto es, de si bien no hay razones convincentes para comenzar a recortar las tasas de interés de inmediato, el ciclo habrá de iniciar en algún momento del año.
Hay que recordar que en su más reciente encuentro de política monetaria el banco central estadounidense mantuvo su plan de tres recortes de tasas a lo largo del 2024. La situación ha cambiado, al menos en la percepción de los operadores y la mayoría de los analistas.
Al igual que el mercado, recientemente revisamos nuestra previsión sobre el momento del primer recorte de tasas, retrasándolo de junio a septiembre. Este aplazamiento reduce la cantidad acumulada de flexibilización prevista para este año de 75 puntos base a 50 pbs, incluso los riesgos se inclinan hacia menos.
En el mercado de futuros, las apuestas están cargadas a que solo habría un recorte en lo que resta del 2024.
La Fed seguramente hablará de que no existe una calendarización y que todas las reuniones son vivas. En este sentido, las decisiones futuras seguirán supeditadas a los datos económicos por venir.
La reacción de los mercados financieros, al no haber mayores sorpresas, sería escasa o limitada. Será interpretada como una reunión de transición.
Con ello, el ciclo de especular cada mes con los datos continuará: inicia con el reporte de empleo, para continuar con la inflación al consumidor (CPI), ventas al menudeo, producción industrial y cerrar con el PCE.