Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención...) si podíamos hablar de un tema siempre tan candente y controvertido como es el de tratar de responder al permanente interrogante de si es posible (o no) vivir del trading.
En este apasionante mundo de las finanzas y la inversión viene a ser una de las clásicas preguntas "del millón de dólares" y un tema sobre el que podríamos escribir más de un millón de palabras.
Intentaremos no extendernos tanto y, si acaso, continuar en otro artículo pero, respetando todas las opiniones, vamos a exponer humildemente la nuestra después de años frente a los gráficos y tras haber recorrido un largo camino.
Hay una frase muy clarificadora de Bill Lipschutz que dice: “Mucha gente quiere obtener la recompensa que ofrece ser un buen trader sin estar dispuesto a sufrir el compromiso y dolor que esto supone. Y créame, hay mucho dolor en el proceso.”
Y es totalmente cierto, e igual, sería necesario que mucha gente cambiara el sentido de la pregunta y en lugar de generalizar acerca de "si es posible o no", se obligara a preguntarse si va a estar dispuesto o no a esforzarse, sacrificarse, comprometerse... Y hasta sufrir durante todo ese necesario y paciente proceso.
Siempre se dice que cuando alguien desea algo realmente y trabaja duro por ello, encontrará su motivo, y verá solamente la parte buena de las cosas. En cambio, hay quien prefiere que le digan que algo no es posible y encontrará así sus propias excusas y se fijará solamente en las facetas y las partes negativas.
En término medio suele estar siempre la virtud. Es mejor siempre no pecar ni de optimistas ni de pesimistas y tratar de ser realistas y objetivos y de sacar conclusiones... Cuando hayamos realmente puesto absolutamente todo de nuestra parte.
Pongamos un ejemplo concreto y real que puede ser muy aplicable a esta cuestión:
El viernes de la semana pasada tuve la suerte de asistir a un concierto de piano que daban los alumnos de un conservatorio de música de una capital de provincia, invitado por el padre de una de las alumnas que iba a actuar.
La niña, con tan solo 14 años, dio un pequeño recital, en el que con soltura y desenvolvimiento pasaba de una sonata de Mozart a un aria de Bach y logró emocionar a los asistentes por la ejecución y entrega con la que se enfrentaba a las 88 teclas.
Mucha gente le felicitó y hasta el profesor dijo que llegaría muy lejos y que pronto actuaría ella sola a nivel profesional.
Su padre nos contó que empezó a aprender desde los cuatro años y que una hermana suya algo mayor que ella también comenzó a la misma edad, pero que terminó aburriéndose y lo abandonó, retomándolo de vez en cuando durante algunos períodos y cambiando de escuelas, pero siempre lo dejaba, por falta de constancia o porque decía que le parecía muy difícil.
Se pueden hacer muchas analogías de este caso con el trading y con nuestra pregunta inicial:
Para que esa niña llegara a ser una experta, precisó diez años en los que imaginamos pensó en muchas ocasiones desistir, pero en los que seguro trabajó mucho, ensayó, repitió, se formó, practicó... E invirtió mucho esfuerzo y muchas horas de su tiempo libre para dedicárselas a ese instrumento.
Evidentemente, si en lugar de haber estado tanto tiempo y alcanzar ese nivel hubiera estado mucho menos, también sabría tocar muy bien, y defenderse y manejarse óptimamente, aunque fuera para satisfacción suya, o incluso para poder desenvolverse en pequeñas actuaciones con orquestas o grupos de música.
Para poder hacer mínimamente bien trading es preciso también dedicarle muchas, muchas horas... No es necesario estar diez años, por supuesto que no. Ni tampoco hace falta llegar a ese nivel de "experto" o de profesionalidad, pero hay que ser consecuentes y entender que es algo serio, que va a exigir lo mejor de nosotros, que nos va a poner a prueba en infinidad de ocasiones y que va sacar en el proceso nuestras mejores y nuestras peores facetas y nos va a obligar a ser disciplinados y a trabajar pacientemente con esfuerzo, dedicación y mucha constancia.
Igual que la pianista aprendió en muy poco tiempo las notas musicales, los acordes, los pedales y las teclas del piano, nosotros también podemos aprender las nociones básicas sobre el trading y los mercados.
Por ejemplo, sobre cómo operar, en qué mercados hacerlo, cómo configuraremos nuestras plantillas y nuestro espacio de trabajo, qué indicadores usar, cómo funcionan, cómo utilizarlos y en qué espacio temporal, qué metodología o sistema usaremos o aprenderemos, qué reglas de entrada y salida nos pondremos en nuestro plan de trading, qué progresión y plazos nos vamos a dar...
Todo éso es necesario que lo tengamos en cuenta, y todo ello en teoría hemos de saberlo, y si nos esforzamos, no tardaremos demasiado tiempo en aprenderlo y asimilarlo.
Pero luego, igual que un músico se debe enfrentar a su partitura y practicar y practicar (en la soledad de su casa y luego frente al público, cuando esté preparado), un trader también debe sentarse frente a los gráficos y poner en práctica todo lo aprendido una y otra vez, cientos o miles de veces. Primero en simulado y luego en real, poco a poco, y cuando ya domine todo y se domine a sí mismo y se demuestre que sea capaz de cumplir todas sus normas que por supuesto debe haber ido desarrollando y plasmando por escrito tras muchas horas de operativa.
Para que esta niña llegara a tocar tan bien, ella tuvo que invertir mucho tiempo, sacrificando hasta horas de sueño y de su tiempo libre, y su padre tuvo que invertir también mucho dinero, en años de formación, en profesores, en partituras, en el piano...
Para llegar a operar muy bien, o al menos bien, cualquier trader debería saber que tiene que invertir mucho tiempo y bastante dinero. Variará en función de las circunstancias de cada persona, de la dedicación y compromiso, de su aprendizaje y hasta de su habilidad posterior.
Pero ambas cosas son completamente necesarias y vitales, y hay que mentalizarse de ello y asumirlo.
Ojo, el tener mucho tiempo y bastante dinero, ni siquiera garantiza luego que se pueda llegar a hacer buen trading: la hermana de esta niña, por ejemplo, también tenía a su alcance la posibilidad e de dedicar el mismo tiempo y su padre ponía a su disposición el mismo dinero para que aprendiera.
Pero no fue constante, o se aburrió, o no quiso, o le pareció largo el proceso... Y abandonó.
Y éso también les puede ocurrir a muchos traders: que terminan abandonando, bien porque no tienen demasiado tiempo ni el suficiente dinero y el mercado les termina obligando a irse; o bien porque pese a tener ambas cosas (tiempo y dinero) no tienen la suficiente paciencia, compromiso, motivación, ganas de esforzarse y sacrificarse, son ellos los que abandonan a los mercados.
Asumiendo todas estas premisas... Retomamos la pregunta: ¿Se puede (o no) vivir del trading)? O más bien, la ampliamos a infinidad de sectores: ¿Se puede vivir de tocar el piano o un determinado instrumento?
¿Se puede vivir de practicar un deporte a nivel profesional, o de ser cocinero, o de ser arqueólogo o de ser biólogo de especies marinas o diseñador, o cirujano o...?
Y ya no hablamos tampoco de ser ni un Mozart, ni un deportista, cocinero o médico famoso, sino simplemente de "hacerlo bien". De aprender a tocar el piano, de aprender a operar, lo suficientemente bien como para que podamos manejarnos sabiendo sacarle una rentabilidad aceptable y sobre todo de modo constante y sostenido.
Porque también esa es otra cuestión: cuando alguien dice que quiere lograr "sacar" del trading y de las inversiones financieras (ya sea solamente por cuenta propia, o en manos de terceros, o combinando ambas cosas e invirtiendo también en diferentes sectores y activos: divisas, índices, acciones, fondos, inmuebles, especulando en lo que sea, con cabeza, criterio y riesgo controlado) lo suficiente para "vivir", habrá que tener en cuenta cuáles son sus necesidades económicas y cuánto necesita cada mes o cada año y en qué lugar geográfico se encuentra y su situación.
Como dijo Tom Baldwin: “Lo que separa al 1% del otro 99% es una cantidad ingente de esfuerzo. Es perseverancia. Te tiene que gustar hacerlo.”
Pero no solamente te tiene que gustar (y mucho) hacerlo, sino que hay que obligarse a asumir que el camino es muy largo, que es una auténtica maratón, que es muy difícil y que hay que dedicarle, como nuestra joven pianista, mucho mucho tiempo.
Horas y días y meses para practicar, para ejercitar, para probarlo todo y para probar nuestro aguante y nuestra disciplina. Y que hay que aprender, estudiar y formarse mucho. Y tener paciencia y comprometerse y no abandonar a las primeras de cambio, ni cambiar de sistema cada mes, ni querer ir demasiado rápido.
Y no olvidarse de que hay que darle toda la seriedad del mundo, que habrá "dolor" en el proceso, y que, precisamente como cualquier negocio "serio", nos va a exigir también una necesaria inversión económica. Y hay que tener un plan, una hoja de ruta, una focalización.
Si realmente quieres que el trading "te dé algo", tienes primero que "darle" tú todo éso y mucho más... Y sin olvidar la pregunta y sin olvidar tampoco todos estos requisitos: ¿Se puede o no se puede vivir del trading?
Sin olvidar todos los condicionantes, exigencias, requisitos y compromisos arriba detallados, sin obviar que es muy difícil, y hay una frase que dice que "todo es posible, en la medida en que tú creas que posible..."
En la medida que lo creas y en la medida que te comprometas y empieces a moverte desde ya, para hacerlo o no realidad.
Pero por supuesto, cada persona y cada trader y cada aprendiz de trader es un mundo... Y tú, ¿qué opinas? ¿Crees que se puede o que no se puede vivir del trading... o de lo que se desee?