A los inversionistas se les acumulan los problemas. La rebaja de las previsiones de crecimiento por parte del FMI, el impacto de la subida de tasas de interés, las turbulencias en Reino Unido, las dudas que genera la temporada de resultados trimestrales, las tensiones geopolíticas, la crisis energética y la debilidad de la economía china producto de su política de cero Covid-19 pesan sobre los mercados y el ánimo de los operadores.
El mercado está cada vez más volátil. La complejidad de todo lo que ocurre en el mundo está dejando a los inversionistas con poca capacidad de reacción.
La guerra de Rusia contra Ucrania ha obstruido el potencial de una recuperación económica posterior a la pandemia y ha aumentado la escasez de alimentos y energía. La inflación es rampante y los bancos centrales de todo el mundo están elevando los costos de endeudamiento.
Todo lo anterior genera respuestas temporales irracionales en los precios de los activos, sobre todo los de mayor riesgo.
Sucedió con el dato de inflación en EUA. A pesar de superar expectativas, sobre todo el rubro subyacente, a diferencia de lo acontecido el mes pasado en una situación similar en esta ocasión por momentos los mercados respondieron con ganancias.
Esto a pesar de que el reporte pavimenta el camino para que la Fed siga con su endurecimiento monetario y que incluso sea necesario mantenerlo por un mayor tiempo.
Aunque hubo elementos técnicos para justificar las alzas en precios de activos, sobre todo en las bolsas de valores, el mercado parece acostumbrarse a que será difícil anticipar el comportamiento coyuntural de la inflación y que la Fed no haría ajustes en sus planes de corto plazo.
Donde ahora parece el mercado mostrar mayor sensibilidad, situación que luce más coherente y eficaz dada la importancia que le está dando a estas cifras la Fed, es en indicadores que reflejen las expectativas de inflación. La política monetaria difícilmente tiene impacto en los valores presentes de precios, pero donde busca incidir es en las expectativas de mediano plazo.
Algunas cifras de confianza del consumidor incorporan estas expectativas de precios, las cuales habían estado retrocediendo desde mayo. Sin embargo, la semana pasada, el dato preliminar que elabora la Universidad de Michigan muestra un aumento sorpresivo en lo que los consumidores piensan estará la inflación los próximos años.
Esto provocó retrocesos generalizados en la mayoría de los activos, porque anticipan que seguiría una política monetaria agresiva por parte de la Fed.
El repunte en las expectativas de inflación probablemente sea una respuesta al aumento en los precios de la gasolina en las últimas semanas, en cuyo caso no continuará. Sin embargo, no se puede concluir con certeza si implica un cambio en la percepción de los consumidores o un ajuste de una sola vez.
Ya conocidas las cifras de inflación y empleo en EUA, el resto del mes será de transición. Esto no significa que no persistan los episodios de volatilidad. Esta se mantendrá. Hay demasiados frentes abiertos.
Destaca todavía el tumulto generado en Reino Unido por los anuncios y ajustes realizados por la nueva primera ministra de su presupuesto de emergencia; la guerra en Ucrania y la amenaza de Corea del Norte; lo que termine desprendiéndose del comité del Partido Comunista de China y; la temporada de reportes corporativos correspondientes al tercer trimestre del año.
Así, para la segunda mitad de octubre consideramos que el tipo de cambio podría fluctuar en rango acotado entre los $19.85 y $20.25 spot.