Para Alcoa (NYSE:AA), el mayor productor de aluminio de Estados Unidos, el año pasado ha traído excelentes ganancias. La demanda de esta materia prima ha sido tan fuerte que los compradores, desde Asia hasta Europa, hacen cola para recibir envíos, y la utilizan en la fabricación de todo tipo de productos, desde latas de bebidas hasta aviones y construcción.
La demanda de aluminio casi se ha duplicado en los últimos 18 meses en un repunte que ha cambiado totalmente la ecuación de la oferta y la demanda de una industria que lleva mucho tiempo en dificultades. Con la demanda del principal proveedor, China, en auge y la producción bajo presión, los compradores no tienen más remedio que aceptar precios más altos a medida que la economía mundial se va reactivando tras un año de medidas de confinamiento.
A Alcoa, con sede en Pittsburgh, este repentino cambio en el patrón de la demanda le ha venido estupendamente. En julio, la empresa anunciaba unos beneficios del segundo trimestre que superaban las expectativas de los analistas. La empresa cree que los envíos de aluminio en 2021 ascenderán a 2,9-3 millones de toneladas, por encima de su previsión anterior que apuntaba a hasta 2,8 millones.
En una nota reciente, Goldman Sachs (NYSE:GS) afirma que cree que el mercado alcista durará varios años, impulsado por el papel central del aluminio en la transición hacia fuentes de energía con bajas emisiones de carbono. El acuerdo sobre infraestructuras del presidente Joe Biden también ha impulsado las perspectivas de la demanda en Estados Unidos. Alcoa también ha afirmado que espera que continúe la presión inflacionaria sobre las materias primas y la energía.
Pero estas previsiones alcistas ya están incorporadas al precio de las acciones de Alcoa y una gran pregunta para los inversores es si ya han perdido el tren. Las acciones de Alcoa han descendido más de un 2% en las últimas semanas ante las preocupaciones en torno a que los mercados se encuentran en un territorio peligroso y que hay una gran corrección a la vuelta de la esquina.
Una nota de Morgan Stanley (NYSE:MS) advertía el lunes de que cada vez parece más probable un desplome de más del 20% de las acciones estadounidenses. La nota decía que los indicios empiezan a apuntar a un crecimiento más débil y a un descenso de la confianza de los consumidores, lo que hará que la economía se ralentice bruscamente y que los beneficios se reduzcan.
Un valor muy cíclico
Alcoa, al ser un valor altamente cíclico, se verá ciertamente perjudicado si estas predicciones se cumplen, tras producirse un notable repunte desde mayo de 2020. Con una beta de 2,7, las de Alcoa son unas acciones altamente arriesgadas durante esta época de corrección y deberían evitarse cuando los mercados entran en una racha bajista. Una beta mayor que 1 sugiere que las acciones son más volátiles que el mercado en general, y una beta menor que 1 indica unas acciones con menos volatilidad.
Pero cualquier corrección en este momento, en nuestra opinión, es una oportunidad de compra, ya que hay muchos factores que podrían mantener elevados tanto los precios como la demanda de aluminio.
La mayor conferencia sobre el aluminio en Norteamérica, que finalizó el viernes, también envió un mensaje similar; productores, consumidores, traders y transportistas afirmaron que es poco probable que los problemas de la cadena de suministro se resuelvan en un futuro próximo.
Bloomberg informó desde la conferencia:
"La escasez de suministros continuará persiguiendo a la industria durante la mayor parte de 2022, según han afirmado muchos participantes de la conferencia, y algunos proyectaron que podría llevar hasta cinco años resolver los problemas".
Conclusión
El precio actual de Aloca, en nuestra opinión, refleja las ganancias de un escenario de oferta y demanda muy favorable para el gigante del aluminio. Sin embargo, una corrección de entre el 15% y el 20% volverá a impulsar el atractivo de sus acciones en vista de las perspectivas alcistas para el aluminio de cara a los próximos cinco años.