• En agosto la balanza registró un superávit récord de $6,116 mdd vs $4,050 est.
• Las exportaciones subieron en 4.9% mensual, las de petróleo crudo en 21.6% m/m
• Aunque las importaciones avanzaron 7.0% m/m, mantienen un rezago importante
En agosto la balanza registró un superávit récord de $6,116 mdd vs $4,050 est.
La balanza comercial en agosto de 2020 presentó un superávit de $6,116 millones de dólares (mdd) que, por tercer mes consecutivo constituye un patrón inusual en el registro histórico, además de la cifra más alta en los últimos 24 años. El consenso esperaba un superávit de solo $4,050 mdd, por lo que el tipo de cambio reaccionó inicialmente con una apreciación de 0.54% tras conocerse el dato, pero se ha revertido en los últimos minutos por el fortalecimiento de las divisas de economías avanzadas. En estos 8 meses del año, el saldo acumulado de la balanza asciende a $14,738 mdd y es, por mucho, el mayor que se haya observado.
Las exportaciones subieron en 4.9% mensual, las de petróleo crudo en 21.6% m/m
El total de las exportaciones de agosto ascendió a $36,979 mdd, con lo que se acercan al nivel de $38,343 mdd que presentaban antes de la crisis. Con cifras reales, serie ajustada por estacionalidad, el avance fue de 4.9% mensual (m/m), cantidad cercana a la del crecimiento de 4.0% de las exportaciones, aunque al interior los envíos del sector automotriz tuvieron un avance mucho más modesto de 1.4%. Asimismo, las exportaciones de petróleo crudo tuvieron un avance de 21.6% m/m tras haber retrocedido 3.3% en julio, aunque aún se mantienen rezagadas 24.4% respecto a sus niveles de inicio de año.
Aunque las importaciones avanzaron 7.0% m/m, mantienen un rezago importante
Respecto a las importaciones, aunque el crecimiento de 7.0% m/m es una mejora respecto al del mes pasado, todavía mantienen un rezago muy importante frente a sus niveles previos a la crisis, lo que ha explicado la acumulación de los superávits históricos. Al interior, los bienes de uso intermedio, que son el componente de más peso y los más vinculados con la producción doméstica, apenas avanzaron en 7.4% mensual, mientras que los de consumo lo hicieron en 8.0%. Con ello, los primeros se ubican 15.5% por debajo de su nivel de inicio de año, mientras que de consumo están 36.4% atrás, lo que encaja con el contexto de la marcada debilidad de la demanda que ha prevalecido tras la reapertura de la economía.
El volumen de comercio ascendió a $67,842 mdd, cifra 14.6% debajo de 2019
Con estos números, el volumen comercial ascendió a $67,842 mdd, lo que implica una disminución de 14.9% a/a respecto al volumen de agosto de 2019. El volumen del comercio no petrolero fue de $63,770 mdd, cantidad 13.8% menor que la del año anterior. Dentro del periodo de la actual crisis, este es el primer mes en que la variación anual del comercio petrolero es mejor que la del comercio total, lo que refleja el contraste entre el buen comportamiento de las exportaciones de petróleo crudo en comparación con la fuerte desaceleración que sufrieron varios de los otros componentes comerciales.
Tras la fuerte caída en el 2T-20 las exportaciones se recuperarían rápidamente
Finalmente, tras la publicación de la con las cifras de oferta y demanda agregada que el INEGI dio a conocer la semana pasada, la caída en las exportaciones en el de 2T-20 resultó de 33.2% a/a, al tiempo que la de las importaciones fue de 27.3%. Dado que la caída del PIB fue de 18.7%, ambos rubros perdieron peso en su participación: las exportaciones llegaron a 31.7% del Producto desde el 37.0% del trimestre previo y las importaciones a 32.8% frente al 35.3% previo. No obstante, durante el primer mes del 3T-20 el crecimiento de 10.9% m/m de las exportaciones fue casi el doble que el del IGAE (5.7%), por lo que es muy probable que durante el trimestre regresen a su peso original, mientras que las importaciones permanecerían estancadas en niveles ligeramente superiores a los actuales en lo que resta del año.
Rumbo Económico
Los resultados de la balanza comercial en agosto refuerzan la idea de que el crecimiento se ha ido desacelerando una vez descontado el efecto rebote por la reapertura. Fuera del sector petrolero, la mayoría de los componentes tuvieron avances mensuales acotados e inferiores al 5.0%, por lo que los flujos comerciales vinculados al grueso de la actividad económica aún se mantienen muy por debajo de sus niveles previos a la crisis. Además, la nueva ralentización del comercio internacional por los rebrotes de coronavirus que han surgido en Europa supone un importante riesgo a la baja para las exportaciones mexicanas en los próximos meses.
No obstante, ante la permanente debilidad de la demanda interna y el aumento en la volatilidad cambiaria durante el cierre del año, es probable que los resultados superavitarios sigan presentándose en los próximos meses. Aunque esta dinámica podría rebalancear las expectativas para el peso mexicano, el resultado también podría incrementar la aversión al riesgo mexicano, pues el superávit es producto de la atonía extrema en la que permanecen las importaciones (-22.2% a/a), que son una variable clave para medir el desempeño de la actividad interna. Tras la publicación del dato el peso se mantiene volátil en torno a los $22.28 por dólar.