(Por Juan Muzard.)
PMI peor a esperado chino y devaluación del Yuan impulsan depreciación del peso chileno.
El USDCLP rompió su techo en $718, y ahora la duda es si reanudara su tendencia depreciativa hacia los niveles $726, $740 y $757, o por el contrario, a partir del precio actual de $722, el peso podría nuevamente experimentar una apreciación.
Hasta el lunes, día en que China publicó su PMI peor a esperado, el cobre recuperaba pausadamente hasta encontrar su significativa resistencia en US$2,14, nivel que divide escenarios, y que de haberse estabilizado sobre éste, hubiese generado el primer indicio de un cambio de trayectoria, lo que adherido al inicio de normalización de tasa en Chile y la menor incertidumbre post primera alza de tasa en EEUU, apoyaría una apreciación del peso.
Ayer jueves, nuevamente China sorprendió con su segunda devaluación en cinco meses, provocando el cierre inmediato de su bolsa, una caída significativa en la renta variable global, materias primas y depreciación de monedas emergentes, permitiendo que la paridad USDCLP rompiera su techo $718 y buscara rápidamente $722.
En este momento, el consenso de analistas fundamentales señala un tipo de cambio objetivo de $720 para el presente año cayendo a $660 en 2017, lo que permite inferir que gran parte de la información sin sorpresa se encontraría incorporada y que únicamente nuevos eventos como el chino u otros geopolíticos que podrían venir, deberían seguir impulsando la actual depreciación de nuestra moneda. En caso contrario, es esperable una apreciación.
El mercado oscila bajo expectativas y sorpresas, y China ha sido impulsor de éstas. Para la mayoría de los analistas, a pesar de sus agresivas reformas, prima la visión pesimista que ahora es más visible con esta segunda devaluación, engendrando expectativas de recuperación para las materias primas a partir del segundo semestre de 2016 o 2017 inclusive. Si sumamos perspectivas apreciativas del dólar multilateral, estimulado por futuras alzas de tasa en EEUU (aunque ahora su velocidad podría suavizarse), y la mayor inyección de liquidez en la Eurozona, los más pesimistas que vislumbran un objetivo entre $730-$750 podrían estar en lo cierto.
En adelante atentos a datos inflacionarios locales, sorpresas del mercado chino y geopolíticos, eventos que impacten expectativas respecto a la velocidad de alza de tasa en EEUU y potenciales cambios en el ritmo de inyección de liquidez en la Eurozona.