• Esperamos un rango entre $20.30 y $20.68 para la sesión overnight.
• La resistencia técnica en $20.72 seguirá siendo clave en los siguientes días.
• Las señales apuntan a que la Fed mantendrá una postura hawkish.
Nuestra moneda se vio beneficiada por 3 factores durante la sesión
El peso mexicano cerró la sesión en $20.47, extendiendo las ganancias de ayer, y se aprecia 0.18% o 3.6 centavos, Dentro de las divisas de países emergentes, se posiciona como la décima con mayores ganancias frente al dólar, luego de haber presentado una racha perdedora de 4 días consecutivos a principios de la semana, con lo que registra una depreciación semanal de 1.1%.
Nuestra moneda se vio beneficiada por tres factores: i) un mayor apetito por riesgo global, con los futuros de los principalesíndices bursátiles en EE.UU. en terreno positivo; ii) la expectativa del mercado de que, Banco de México incremente la tasa de interés de referencia en por lo menos 75 puntos base en su próxima reunión, luego de que la inflación de la segunda quincena de junio rebasó el 8.0% y alcanzó el nivel más alto desde la primera quincena de enero de 2001. Al respecto, en los resultados publicados el 5 de julio de la última encuesta levantada por Citibanamex, se observa que casi todos los analistas consultados esperan un alza de la misma magnitud que la de la junta de junio. De hecho, destacó que uno de los participantes proyecta que en julio se celebre una reunión extraordinaria de política monetaria en la que se concretaría este movimiento. Finalmente, iii) el miércoles, la calificadora S&P mejoró la perspectiva de México a 'Estable' desde 'Negativa', y confirmó la calificación BBB, lo que reduce el riesgo de un recorte de la nota en el corto plazo.
Ante ello, durante el día el peso logró perforar el soporte de $20.42 -nivel de definición dado por la media móvil de 200 días-, pero no confirmó el rompimiento y terminó la sesión por encima de las medias móviles de 50, 100 y 200 días. Así, nuestra divisa se mantiene dentro de un canal bajista que inició desde finales de noviembre pasado. De romperlo al alza, aumentaría la probabilidad de ver una depreciación más sostenida del peso. Para los próximos días, la resistencia de $20.72 - nivel donde se formó un triple techo y se tuvo el máximo de junio- será determinante, pues de romperla, el par se abriría paso a una resistencia intermedia de $20.85 para buscar, posteriormente, el nivel psicológico de $21.00. Con el comportamiento de los últimos días, el oscilador MACD presenta una débil divergencia alcista, lo que podría ser señal de un posible rebote técnico. Para la próxima semana estimamos un rango de operación entre $20.15 y $21.00.
Mercados reaccionan ante buenas cifras de empleo en EE.UU.
El buen comportamiento del peso mexicano se dio a la par de una corrección a la baja del dólar estadounidense, medido a través del índice DXY, que se mantiene cerca de un máximo no visto en 2 décadas. El reporte de empleo, publicado más temprano, mostró que la economía de Estados Unidos generó más empleos de los proyectados en junio; las nóminas no agrícolas aumentaron en 372 mil puestos (268 mil esperados) y la tasa de desempleo se mantuvo en 3.6% por cuarto mes consecutivo. Ello es indicio de que una recesión aún no es inminente, lo que daría espacio a la Reserva Federal para seguir normalizando la política monetaria de forma acelerada. De hecho, el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, señaló más temprano que respalda otro aumento de la tasa de interés de tres cuartos de punto porcentual, luego de un aumento acumulado de 150 pb desde marzo. Al momento, los mercados de futuros descuentan con una alta probabilidad que el FOMC aumente la tasa de los fondos federales en 75 puntos base en la reunión de finales de este mes y que esta termine el año en un nivel de 3.75%. Ante ello, el oro se mantiene en niveles mínimos no vistos desde septiembre de 2021 y la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro se desplazó de forma paralela al alza en comparación con la de ayer, con el rendimiento del nodo a 10 años presionándose hasta el 3.10% y cerrando por encima del 3.0% por primera vez desde el 30 de junio. Mientras que los rendimientos a 2 años aumentaron hasta el 3.14%.
El euro, que representa el 58% del índice DXY, se depreció 0.2%, operando alrededor de $1.018 unidades en el mercado spot. A lo largo de la jornada tocó un mínimo en $1.007, cotizando casi a la par del dólar. El nerviosismo de los inversionistas ha aumentado ante la posibilidad de que Rusia corte el suministro de gas a Europa y hundir a la región en una recesión, lo que a su vez haría que sea más difícil para el BCE endurecer su política monetaria. El oleoducto clave Nord Stream 1 se cerrará por mantenimiento del 11 al 21 de julio y es posible que no vuelva a su capacidad máxima, lo que amenaza los objetivos del bloque de llenar su capacidad de almacenamiento al 80% antes del invierno. Los mercados de futuros muestran que las expectativas sobre las subidas de las tasas de interés de referencia de la Eurozona se han moderado en 30 pb, a +135 pb en las últimas semanas. Aun así, se espera la primera alza en más de 11 años tan pronto como este mes. Por su parte, las monedas emergentes terminaron el día mixtas, a medida que los precios del petróleo subieron y del cobre bajaron. Dentro de las latinoamericanas, el real brasileño fue la más apreciada, presentando una ganancia de 1.4%, y el peso mexicano fue la segunda. Por el contrario, el sol peruano no logró beneficiarse del incremento anunciado ayer en la noche por parte del Banco Central de Reserva del Perú, que decidió llevar la tasa al 6.0% con una subida de 50 pb. Los futuros del crudo WTI terminaron el día con ganancias de poco más del 2.0%, en $104.8 dólares por barril, pero aun así presentaron una caída semanal, debido a las pérdidas observadas a principios de la semana, por preocupaciones sobre la disminución de la demanda en medio del aumento de las tasas de interés y la pérdida de dinamismo económico.