- En julio las ventas minoristas cayeron 0.3% mensual vs +0.2% estimado.
- 7 de las 9 categorías tuvieron variaciones mensuales negativas.
- El dato del mes habría sido afectado por la dinámica de la pandemia.
La desaceleración del consumo pone límites al potencial del avance de la economía
Hoy el INEGI publicó los resultados de las ventas minoristas de junio, coincidiendo con el retroceso que señaló ayer el IOAE. Las ventas cayeron en un orden de 0.32% mensual (m/m) e interrumpieron una racha de 10 meses continuos de crecimiento. Aunque la baja fue generalizada entre los sectores, es notable el impacto por el repunte del Covid-19 en el mes, pues las ventas de bebidas, hielo y tabaco, que están asociados a los niveles de movilidad e interacción social cayeron en 9.7% m/m (su peor revés desde mayo de 2020) y arrastraron el índice general a la baja. En contraparte, las ventas de artículos para el cuidado de la salud subieron 8.4% m/m, su mejor resultado también desde la primera fase de la pandemia. Así, es difícil separar la disminución de las ventas del mes de las condiciones de salud, por lo que será necesario aguardar a los datos de julio para tener mayor claridad sobre si el consumo está dejando de lado la fortaleza que le ha caracterizado durante los primeros meses del año.
7 de las 9 categorías tuvieron variaciones mensuales positivas
Más allá de la consideración anterior, es una realidad que prácticamente todos los rubros mermaron su desempeño y las caídas en rubros clave como las ventas en tiendas de autoservicio y tiendas departamentales (-2.4% m/m y -3.1%), sugieren una desaceleración del gasto. Esto podría deberse a la reasignación del consumo ante las precauciones a las que orilló el mayor número de contagios de Covid, pero también creemos que es posible que la elevada inflación esté ejerciendo presiones, sobre todo porque a diferencia de 2021, en lo que va del año los incrementos se han concentrado en los bienes alimenticios, manufacturas y servicios, a los que el consumo podría tener una mayor sensibilidad. De hecho, las ventas de abarrotes y alimentos mantienen una tendencia abrumadoramente negativa, pues han caído en 11 de los últimos 15 meses y son la segunda categoría con el peor desempeño.
Rumbo Económico
A pesar de que ya se anticipaba un resultado negativo, la caída de las ventas minoristas preocupa por la posibilidad de que no solo se haya debido al repunte en los casos de Covid. Las ventas son un referente importante para el consumo privado y este ha sido uno de los motores de la recuperación en nuestro país. El deterioro es consistente con el panorama que anticipamos para la segunda mitad de 2022, por lo que, aunque el crecimiento acumulado en los primeros 6 meses del año es abundante, será difícil que la economía avance más si los factores de resiliencia se agotan. Mantenemos un pronóstico de +1.7% para el PIB en 2022 y de +1.4% para 2023. Luego de la publicación del dato, el tipo de cambio se ha mantenido volátil ante la mayor aversión al riesgo a nivel global y de momento cotiza en $20.21 por dólar.