Si en ejercicio de su libertad prefiere creer que en México “vamos bien”, como presume la Cuarta Transformación, no haga nada. Está en su derecho.
Pero si en cambio el panorama que aquí le he expuesto líneas arriba, le sacude en algo su sentido común, y le dice que algo “anda mal”, estamos de acuerdo con usted. Vamos a un abismo innecesario que debió evitarse en lo interno.
Y es que, en lo externo, el horno tampoco está para bollos. La guerra comercial de EU con China, y más en concreto las tensiones comerciales entre nuestro vecino del norte y México a causa de la migración ilegal, plantean un escenario de “tormenta perfecta” para nuestra economía.
En Estados Unidos las probabilidades de una recesión se han disparado a un máximo desde la crisis de hace más de una década, mientras que en México YA ESTAMOS en plena recesión. Este dato se vendrá confirmando por ahí de julio o agosto. Ya lo verá.
A causa de ello, no descarte una posible baja de tasas de interés en los Estados Unidos a cargo de la reserva Federal -su banco central-, que por desgracia será muy difícil que replique aquí el Banco de México (Banxico) por las presiones arriba expuestas.
Banxico, si actúa responsablemente, no podrá bajar los tipos para “estimular” la economía, porque si lo hace, estará echando por la borda el último pilar sobre el que se asienta el tipo de cambio.
Si el dólar no se ha disparado, es en buena medida gracias a los capitales golondrinos que recurren al “carry trade” endeudándose en el extranjero a tasas bajas, para venir a colocarlo en México y llevarse sin mover un dedo una buena tajada.
Si Banxico baja las tasas, ese incentivo para los inversores se desvanece de la mano de la degradación de la nota crediticia de Pemex y México, y su retiro de capitales se va a ver reflejado en un avance más o menos rápido, pero constante, del tipo de cambio por encima de los 20 pesos, pero cuya meta de mediano plazo -reitero-, se encuentra primero en los 25 y después en los 30 pesos por dólar.
En este escenario, es indispensable que minimice sus tenencias de moneda nacional en beneficio de activos que preserven su valor o le hagan ganar dinero en el tiempo.
Es increíble pero, a estas alturas, todavía descubrimos que muchos de nuestros suscriptores NO tienen monedas de oro, onzas de plata, dólares en efectivo, bitcoin y otras criptomonedas “fuertes”, entre otros activos que consideramos indispensables.
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El momento de hacerlo es HOY, no cuando la crisis llegue, pues será demasiado tarde.
Por desgracia, la mayoría tiende a invertir en lo que “ha estado subiendo”, y a vender lo que “ha estado bajando”.
Lo inteligente en cambio es COMPRAR hoy un activo valioso que debería -y va- a valer más en el futuro, aunque esté hoy a bajo precio (de hecho, es ESO lo que lo hace atractivo como inversión en primer lugar); y no hacer lo contrario: comprar caro lo que ha estado subiendo, porque el riesgo de caída y agotamiento de ese movimiento alcista es mayor.
Oro, plata, bitcoin, dólares, euros, yenes, entre otros, son el mínimo indispensable para tener en vez de pesos, pero mejor, eche ojo a nuestra siguiente sección técnica exclusiva para suscriptores Premium de pago, pues trae muchas cosas interesantes. No se lo pierda.