El día de hoy marca un hito para la Reserva Federal (FED), el Banco Central de Estados Unidos, debido a que después de 7 años la entidad decidió subir su tasa de política monetaria, que había estado en niveles cercanos a cero desde los momentos más oscuros de la crisis financiera de 2008.
Este miércoles la entidad, de forma unánime, decidió mover el rango meta de la política del 0 al 0,25% al rango de 0,25% al 0,50%; ya que considera que se ha dado una recuperación considerable del empleo y a que tiene confianza en que la inflación alcanzará el 2%.
En cuanto al momento de los siguientes movimientos, la entidad señala que evaluará las condiciones económicas realizadas y esperadas. En su comunicado la FED utilizó la palabra “gradual”, al referirse al camino que tomará todo el proceso de subida.
Al cierre de 2016 la mayoría de los participantes ven la tasa en el 1,5%, lo que representaría unas 4 subidas adicionales, un poco más rápido que lo que podría esperar el mercado; no obstante, nada esta predeterminado y va a depender de la forma en que responda la economía.
La reacción del mercado muestra que el movimiento estaba incorporado en los precios, el índice Dow Jones aunque presentó volatilidad se mantuvo con ganancias modestas en los minutos después del anuncio. Los rendimientos de los bonos estadounidenses de igual forma se conservaron, aunque con cierta volatilidad, en niveles similares a los que iniciaron el día. Quizá el mayor impacto se dio en el precio del petróleo, que ya estaba a la baja y con el anuncio cayó cerca de 3%.
Durante los próximos días se podrá evaluar mejor el impacto del ajuste, particularmente la atención estará centrada en el siguiente movimiento.