Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
¿La compra de dólares en 2016 es una estrategia inteligente o estúpida?
2015 ha sido un gran año para el dólar pero sólo quedan cinco jornadas de negociación, así que muchos inversores se plantean si mantener sus posiciones largas en el dólar sigue siendo una estrategia inteligente. Diciembre ha sido un mes difícil para el billete verde y los alcistas del dólar apenas consiguen mantener el control. La Reserva Federal ha subido los tipos de interés por primera vez desde junio de 2006 pero, en vez de apreciarse, el dólar ha revertido casi todas sus ganancias de noviembre. Ahora muchos inversores se preguntan si, en el caso de que la subida de los tipos y las agresivas previsiones no puedan sostener el dólar, sería una tontería seguir comprando dólares en 2016.
Para contestar a esta pregunta, tenemos que entender por qué los inversores han vendido sus dólares en diciembre. La confianza en que el dólar subiría en 2015 ha sido la más multitudinaria del mundo y, según el informe de Compromiso de Negociantes de la Comisión de Futuros sobre Materias Primas, los operadores de futuros de Forex han estado ajustando sus posiciones antes de la reunión del FOMC del 16 de diciembre. Las mayores novedades las han protagonizado el euro y el yen, pues los inversores han recortado bruscamente sus posiciones cortas en ambas divisas. Esto indica que los inversores comenzaron a desarrollar sus posiciones largas en el dólar antes de la decisión del FOMC y, a juzgar por la acción de los precios tras la reunión, siguieron liquidando tras la subida de los tipos. La compra de dólares ha sido muy popular en 2015 y mucho capital ha quedado desplazado a finales de año.
Eso significa que hay dinero que volver a poner en juego en 2016
Sin embargo, el posicionamiento no es el único motivo por el que los inversores han abandonado el billete verde. Según el siguiente gráfico, los ciclos de ajustes no han beneficiado al dólar en el pasado, y esto ha asustado a muchos inversores. Aunque el USD/JPY habitualmente experimenta una apreciación según se acerca una subida de los tipos, en algunas ocasiones ha revertido su rumbo tras la implementación de ajustes pero este ciclo es distinto porque los primeros meses del año van a ser buenos para la economía y el dólar estadounidenses. Las cálidas temperaturas del fenómeno climático denominado El Niño y la caída de los precios del gas impulsará el gasto de los consumidores, que se ve ya respaldado por una estabilización del ritmo de creación de empleo, el crecimiento de los salarios y los préstamos personales. La Fed también recibe de buen grado a los nuevos votantes de postura firme en sus listas del FOMC.
Pero primero, seamos claros: las subidas de los tipos de interés de la Fed no van a provocar una recesión. Puede que ralenticen la economía durante la segunda mitad del año pero una contracción es altamente improbable. A algunos inversores les preocupa que la reciente decisión de la Fed provoque una recesión pero hay muy pocos indicadores y la caída de los precios del petróleo nunca ha provocado un bajón en la economía estadounidense. Por supuesto, eso podría cambiar si los tipos de interés suben demasiado rápido. Una de las grandes preocupaciones es que la subida de los tipos de interés no afecte a la economía como se espera. Las consecuencias de estas subidas tardan su tiempo en dejarse ver y es difícil predecir en qué punto el impacto pasa de escaso a notable. La reciente subida de un cuarto de punto porcentual ha supuesto sólo un pequeño empuje para los tipos e incluso si la Fed realiza subidas de 50 a 75 pbs el año que viene (que es lo que nosotros creemos más probable), el impacto sobre el gasto y la inversión de los consumidores se verá limitados por el hecho de que la mayoría de las hipotecas estadounidenses son a plazo fijo, a diferencia de Europa. Las empresas podrían interpretar también los ajustes de la política monetaria de la Fed como una señal de confianza en la economía y podrían ralentizar su avance para ajustar sus inversiones. Así que, al principio, el mayor impacto se producirá sobre el dólar.
Habrá más votos firmes en las urnas del FOMC de 2016 - El rendimiento del dólar depende de cuándo volverá a subir la Fed los tipos de interés. La siguiente reunión se celebrará los días 26 y 27 de enero, y como hay cero posibilidades de que los tipos suban durante las primeras semanas del nuevo año, es probable que el dólar se consolide. Sin embargo, si la Fed mantiene el optimismo en cuanto a sus previsiones económicas, aumentarán las expectativas de que los tipos suban en marzo, lo que haría fortalecerse de nuevo el billete verde. Es importante entender que, con cada nuevo año, hay un nuevo grupo de presidentes de la Fed y, en 2016, cambiarán cuatro votos. Cuatro votantes de postura firme sustituirán a uno de postura firme, otro de postura prudente y dos neutros. Así pues, la balanza se inclina a favor de ajustes más consistentes. De modo que, aunque el dólar sigue al alza, creemos que el camino de menor resistencia se encuentra aún en niveles muy altos. Nuestras previsiones son diferentes con respecto a la segunda mitad de 2016, pues creemos que las subidas de los tipos y el fortalecimiento del dólar provocarán que la Fed ralentice el ritmo de sus ajustes, lo que hará que el billete verde toque techo y el resto de las divisas principales toquen fondo.
Los años de elecciones son beneficiosos para el dólar. La tabla que se muestra a continuación indica que el índice dólar ha avanzado una media del 5% en años de elecciones; el índice ha subido ocho de los últimos 10 periodos. En uno de cada dos años que el índice dólar ha descendido, el billete verde se ha dejado aproximadamente un 0,5%. Aunque podría argumentarse que la política monetaria de la Fed no se ve afectada por las elecciones, los momentos en que la política monetaria experimenta más cambios han coincidido a menudo con elecciones a la presidencia. El segundo gráfico fue elaborado por el Washington Post y, aunque sus datos cubren sólo seis ciclos de elecciones, muestra claramente una tendencia notable.
Técnicamente, parece estar formándose un doble tope en el índice dólar. No obstante, 96 es un nivel de soporte importante que debería mantenerse, y esperamos que el índice se pegue otra carrera hasta el nivel de 100 y después debería poner a prueba el 61,8% de retroceso de Fibonacci de la caída registrada entre los años 2001 y 2008 cerca del nivel de 102.