Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
La mejor historia de hoy en el mercado de divisas ha sido la del GBP/USD tocando fondo. Durante las últimas 48 horas, la libra ha subido con fuerza con respecto al billete verde y el último empujón ha sacado al par de divisas del rango en que se encontraba consolidado desde hace nueve días. Tras una liquidación de 500 pips que la llevó de máximos a mínimos a mediados de septiembre, la libra esterlina se encuentra en mitad de lo que podría ser un giro muy importante para la misma.
De hecho, este año todas y cada una de las reversiones en el ritmo del GBP/USD han sido de un mínimo de 500 pips, y una muestra de 11 grandes vaivenes no es pequeña. Esto indica que, desde el 1,5110, el GBP/USD podría subir incluso hasta el nivel de 1,5610. El último repunte de la libra vino dado por unos datos mejores de lo previsto y por la apuesta de Anheuser-Busch por la adquisición de la británica SAB Miller.
La producción industrial aumentó durante el mes de agosto tres veces más de lo esperado, lo que ha sido una bocanada de aire fresco tras varias decepciones. El acuerdo de la cervecera por 104.000 millones de USD es considerable, pero el impacto de las transacciones de fusiones y adquisiciones en el mercado de divisas se disipó rápidamente y, en este caso, no está claro que se vaya a cerrar el trato, pues SABMiller rechazó rápidamente la propuesta de subir la apuesta.
La sostenibilidad del repunte del GBP/USD no depende de las noticias sobre fusiones y adquisiciones sino de la reunión del Banco de Inglaterra que se celebra este jueves. Todo apunta a que el banco central mantendrá inalterada su política monetaria pero, como las actas se publican ahora a la vez que la decisión sobre la política monetaria, el número de miembros en desacuerdo y el tono general tendrán un notable impacto sobre la divisa.
Desde la última reunión, hemos observado mucho más debilitamiento que fortalecimiento en la economía británica. El único aspecto favorable ha sido el mercado laboral y el crecimiento de los salarios. Afortunadamente, el empleo es un factor crítico en cuanto a las previsiones económicas para el Reino Unido, y el crecimiento salarial es una de las consideraciones más importantes de cara a la política monetaria. Los salarios subieron considerablemente en julio y la tasa de desempleo descendió, de modo que los ingresos podrían aumentar durante el resto de este año. El Banco de Inglaterra no está en disposición de subir los tipos de interés y no es concebible que lo haga antes que la Reserva Federal pero, si se muestra optimista en cuanto a las previsiones económicas, el GBP/USD podría ampliar sus beneficios y eso sería justo el regalo del cielo que necesita para alcanzar el 1,55.
El dólar neozelandés ha sido la divisa que mejor actuación ha ofrecido hoy. Durante el breve periodo de siete jornadas de negociación, el NZD/USD ha subido de 63 a 66 centavos. Nueva Zelanda no ha publicado datos durante la noche pero el NZD sigue al alza desde los positivos resultados de la subasta global de lactosa de ayer. Los precios de los productos lácteos han subido por cuarta subasta consecutiva, afianzando las expectativas acerca de que los precios de la lactosa han llegado a su tope. Al ser el producto de exportación más importante de la nación, esta recuperación hace disminuir la necesidad de implementación de más medidas de expansión cuantitativa por parte del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, ya que la caída de los precios de los lácteos era la primera motivación de su decisión de bajar los tipos tres meses seguidos entre junio y septiembre. Si los precios se siguen estabilizando, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda estará listo de papeles para el resto del año. El nivel de resistencia del NZD/USD se sitúa en 67 centavos y creemos que el repunte podría ampliarse hasta ese nivel aunque es difícil que registre más beneficios.
La cobertura corta del dólar australiano hace dispararse también el AUD/USD. Hace ya siete días desde que la divisa perdiera posiciones por última vez. A diferencia del dólar neozelandés, los beneficios del AUD no se han visto respaldados por los factores fundamentales: según el informe de anoche, la actividad del sector de la construcción se ralentizó durante el mes de septiembre y el avance de los precios de las materias primas se estancó hacia el cierre de la jornada de negociación en Norteamérica.
Tras caer por debajo del 1,30% al comienzo de la sesión en Estados Unidos, el USD/CAD se recuperó bruscamente y cerró la jornada en territorio positivo. Mientras, continuaba el goteo de datos económicos poco alentadores, como la disminución del 3,7% de las licencias de obra durante el mes de agosto. No obstante, esta reversión del USD/CAD vino dada por los datos sobre reservas de petróleo. La AIE anunció la semana pasada un aumento masivo del suministro de crudo que cogió a los operadores con la guardia baja, lo que condujo a una reversión considerable de la evolución de los precios del petróleo. Habiendo llegado a su nivel tope en 1,30, el USD/CAD parece dirigirse ahora hacia el 1,32.
Aunque el euro cerró la jornada en niveles apenas inferiores a los del dólar, registró pérdidas considerables con respecto a la libra y los dólares australiano y neozelandés. El EUR/GBP se dejó un 0,8%, su mayor caída intradía en dos semanas y media. Los datos económicos de Alemania continúan provocando quebraderos de cabeza. La producción industrial descendió un 1,2% en el mes de agosto, contrarrestando la subida del mes pasado. Como ha apuntado nuestro colega Boris Schlossberg, “puede que éste sea sólo el comienzo de las malas noticias para el motor económico de Europa, ya que los problemas de Volkswagen (XETRA:VOWG) van a lastrar con toda seguridad los resultados de los próximos meses”. Entre la inesperada caída del PMI del sector manufacturero, la producción industrial y los pedidos industriales, lo más probable es que mañana el informe sobre la balanza comercial de Alemania sea también poco halagüeño.
El banco de Japón decidió mantener inalterada su política monetaria, decisión que impulsó el avance del yen japonés. No se esperaba ningún cambio, pero algunos inversores creían que el reciente debilitamiento de los datos de Japón obligaría al banco central a afirmar que era probable que implementaran su programa de expansión cuantitativa. Anoche no oímos nada de eso y, en consecuencia, se disparó el yen.
Se ha observado poca consistencia en la actuación del dólar. Las actas del FOMC se publican este jueves pero, en vista de que la reunión se celebró antes que el desastroso informe sobre empleo no agrícola, los inversores probablemente miren más allá del informe.