La reunión de setiembre de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) fue una de las más esperadas en años, debido a que el mercado y los miembros de la entidad se mostraban bastante divididos sobre la posibilidad de una subida en la tasa de política monetaria; no obstante, las minutas de dicha reunión, dadas a conocer este jueves, muestran que la decisión no estuvo tan cerrada y que, de hecho, la gran mayoría votó por dejar las tasas sin cambios.
Usualmente leer las minutas de las reuniones de la FED se vuelve un arte, ya que hay que ir determinando corrientes de pensamiento y el apoyo que esas tienen. Lo anterior suele hacerse tratando de identificar diferencias entre el significado de “unos miembros” o “varios miembros”, expresiones muy usadas en estos documentos. Sin embargo, para comprender el apoyo que tuvo la idea de no subir tasas es innecesario, debido a que el documento señala que “solo un miembro” votó por subir las tasas.
Las minutas señalan que la entidad estuvo analizando la coyuntura internacional y su posible impacto sobre la inflación: “las condiciones financieras se han ajustado moderadamente debido a preocupaciones sobre el crecimiento global”. Esta situación hizo que algunos miembros se sintieran menos seguros de que la inflación comenzará a converger hacia el 2%.
El reporte muestra, además, que el comité hizo un análisis de los riesgos de actuar o esperarse y que luego sea muy tarde. Ante eso, los miembros consideran que bajo las condiciones actuales la política monetaria está mejor posicionada para actuar efectivamente si la inflación se acelera que si se mantiene por un tiempo prolongado por debajo del objetivo.
Recientemente la presidenta de la entidad, Janet Yellen, ha dicho que su expectativa “y la de varios en la entidad” es que la inflación comenzará a subir una vez que el empleo siga mejorando. Las minutas relatan que “la mayoría” de los miembros consideran que los recursos ociosos se redujeron considerablemente, mientras que “unos pocos” expresaron que ya se logró eliminar, lo que implica es que estos pocos ven a la economía estadounidense en pleno empleo.
Esta expectativa de que la fortaleza en el empleo se traducirá en un aumento en la inflación es, precisamente, la que reduce de manera considerable la posibilidad de que la entidad decida hacer su movimiento en octubre; datos de creación de empleo a setiembre mostraron una desaceleración, si los comparamos con el promedio de los meses de este año.
¿Cuándo las subirán? Aunque diciembre sigue siendo una posibilidad, muchos en el mercado están moviendo sus expectativas hasta marzo del próximo año. Y es que la entidad señala que tomará en cuenta un rango amplio de información desde datos de empleo, inflación y hasta eventos internacionales. En virtud de ello, la entidad podría tomarse tiempo para determinar si la coyuntura actual no tendrá un efecto negativo sobre la economía estadounidense.
La reacción del mercado ha sido positiva, lo que le ha dado un respiro a las economías más golpeadas y a sus monedas. El real brasileño, el peso mexicano y muchas monedas asiáticas se han recuperado a medida en que el mercado aplaza unos meses su expectativa de normalización de la política monetaria estadounidense.