Las monedas son como las acciones de los países, ya que reflejan el desempeño de la economía, en este caso analizaremos al dólar americano, por supuesto estudiando su economía.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento moderado en EEUU de 2.4% para 2016. El desempeño de la economía americana ha sido coaccionado por el rally del dólar, debilitando las exportaciones, y los bajos precios del petróleo que generan nuevos recortes a la inversión en energía, el debilitamiento de la manufactura y la desmejora de las condiciones financieras internas en algunos sectores por ejemplo, petróleo y gas natural.
El FMI considera que “para impulsar la oferta de mano de obra se necesitará una expansión del crédito impositivo por ingreso del trabajo; un aumento del salario mínimo federal; prestaciones familiares más generosas…. El aumento del gasto en infraestructura y los incentivos a la innovación son críticos para promover la inversión a corto plazo”. Es decir, el FMI sugiere una expansión monetaria en EEUU. Pero la FED no va a poder crear inflación sin más masa monetaria, ya que según ellos el mercado laboral muestra solidez y el petróleo acaba de rebotar casi 45%, entonces la única herramienta que le queda a la FED es una expansión monetaria.
El dollar index (DXY) ha crecido 42.22% desde 2008, pero desde 2015 se ha mantenido en una ventana de precio cercana al 8%, no menor a 92.50 y no mayor a 100.47 (máximos de diciembre 2015).
Un dólar fuerte debilita a las materias primas, crea presiones deflacionarias sobre la economía y los datos macroeconómicos no son favorables haciendo que una normalización sea compleja. Caso contrario, un dólar débil fortalece a las exportaciones, eleva la cotización de las materias primas, la inflación repunta, las ganancias corporativas mejoran y la data macroeconómica es favorable haciendo que las condiciones para subir tasas y normalizar la economía sean sanas.
La FED encontró la forma de controlar a la economía de esta manera, lo podemos notar en los discursos de la FED, los cuales se tornan pesimistas con un dólar fuerte y optimistas con un dólar débil.
Analicemos más de cerca el patrón de consolidación del DXY. El primer ovalo resalta el discurso de la FED en marzo 2015 con el DXY en máximos históricos, la FED quita la palabra “paciente”, el mercado veía cerca la subida de tasas. El siguiente ovalo nos lleva a diciembre 2015 cuando la FED decide aumentar tasas, estos dos eventos importantes ocurrieron y no por casualidad luego de discursos optimistas, que llevaron al DXY a sus máximos históricos. Lo que podemos observar es que la FED sólo toma acción con un dólar lo suficientemente alto para que tenga rango de caída y los efectos positivos sobre la economía se observen en el mediano plazo.
El dólar se encuentra en un nivel clave, no solo para él mismo sino para las materias primas. El dólar tiene la fuerza para marcar el inicio de un mercado alcista o el final de un ciclo correctivo en los commodities.