Por Rafael Barraza. Los fondos money market pueden ofrecer una alternativa de refugio para enfrentar estas volatilidades.
En el último tiempo, hemos sido testigos de la primera acción del Banco Central, luego de un período prolongado durante 2015, en torno a dar inicio a un proceso de alza del nivel de tasa, el cual se había mantenido históricamente bajo (3%). Recordemos que estas medidas fueron adoptadas bajo un contexto de desaceleración económica, acompañado de un IPC que se proyectaban cada vez más baja (incluso hasta negativo). Dado esto, es que durante el último trimestre de 2013 y 2014, fuimos testigos de bajas consecutivas de la TPM, la cual se ubicaba en un 5%, terminando dicho ciclo en un 3%.
Ahora el escenario macroeconómico ha cambiado, y ahora nos situamos en un nuevo punto donde la economía local si bien continúa en niveles de crecimiento bajos, las expectativas inflacionarias han aumentado mucho. En este sentido, recordemos las cifras de variación anual de IPC sostenidas en 2015, las cuales figuraban entre un 4,4% a/a hasta un 5% a/a, lo que evidentemente se encuentra fuera del rango de tolerancia del BCCh [2%-4%]. Junto a esto, no debemos olvidar la fuerte apreciación que ha tenido el tipo de cambio, elemento que seguirá marcando pauta en lo que resta de este año y parte del próximo, dado el bajo precio del cobre, que ha anotado niveles de US$2,06 /libra, además del inicio de alza de tipos de interés en EEUU.
Es por esto que la autoridad monetaria comenzó un proceso de alza de tasa en octubre, elevando el tipo de interés en +25pb, llegando a 3,25%. Además, las expectativas de mayores alzas ya se han ido incorporando dentro de los agentes. Un ejemplo de esto, lo dan las últimas encuestas de expectativas económicas y de operadores financieros del Central, en la que pronostican un nivel de TPM que pasaría de 3,5% en diciembre 2015 o enero 2016, hacia un 3,75% a mediados del 2016, para finalizar eventualmente en 4,% en 2017.
Dado esto, ¿qué es lo que esperamos dentro del escenario de renta fija local? En este contexto de alzas de tasas de interés, lo conveniente es resguardar posiciones en términos de adoptar mayores preferencias por carteras de corta duración. En este sentido, los fondos money market pueden ofrecer una alternativa de refugio para enfrentar estas volatilidades. Por otro lado, no debemos olvidarnos del horizonte de inversión del cliente, por lo que siempre es importante generar un mix de fondos que contengan participaciones tanto en instrumentos nominales, así como reales, con duraciones cortas a medias, considerando que no se avizoran nuevas bajas de TPM.