En promedio la creación de empleo en Estados Unidos supera las 200 mil plazas por mes, los precios de las casas crecen a una tasa superior al 5% y las mediciones de inflación muestran un estable camino al alza; no obstante, la presidente del banco central estadounidense dio esta semana uno de sus discursos más cautos.
Ya los mercados conocían el pronóstico de la entidad de hacer solo dos subidas en la tasa de política monetaria durante este año, pero lo sorpresivo fue el cambio en el mensaje de Janet Yellen, quien dijo que bajo un escenario de bajo crecimiento mundial lo mejor que se puede hacer es ir aún más despacio de lo anticipado.
El año pasado se veía muy claro que la Reserva Federal continuaría con su plan de fortalecer su política macroeconómica, en un escenario de lento crecimiento económico mundial y donde muchos bancos centrales iban en la dirección contraria. Sin embargo, ahora parece que la divergencia se mantendrá, pero por una FED menos activa, mientras que otras entidades del mundo siguen relajando su política.
El discurso señala que la economía global se ha debilitado y que ello está fuertemente influenciado por China: “el consenso es que la economía china se desacelerará, a medida que hace la transición a una economía basada en consumo”; no obstante, “hay mucha incertidumbre sobre lo tranquilo que será el ajuste”, dijo la presidente.
La segunda preocupación, según Yellen, es que los precios del petróleo sigan cayendo, y aunque “en neto esto impulsará el gasto y la actividad económica en los próximos años”, en el corto plazo los efectos no han sido positivos, haciendo que los agentes económicos duden sobre la estabilidad de economías y empresas dependientes de esta materia prima.
En virtud de esos riesgos, se muestra un cambio importante en el mensaje de la entidad, que hasta hace poco se centraba únicamente en factores domésticos y ahora parece tener dentro de sus metas una estabilidad financiera mundial. De esta forma, una subida en la inflación o una continuidad de la creación de empleo no será suficiente para que la FED haga su próximo movimiento; estabilidad financiera mundial parece que será un requisito.