SANTIAGO, 18 feb (Reuters) - Una reforma laboral que está en vías de ser aprobada por el Congreso chileno, empuja a las mineras de cobre en el país a realizar costosos ajustes en momentos en que la industria sufre por una caída en los precios del metal y una baja en su productividad.
Las disposiciones son numerosas y complejas, y algunos puntos siguen siendo ambiguos mientras se mantiene el debate.
A continuación una lista de algunos de los cambios propuestos que los líderes de la industria y abogados laborales consideran más significativos:
Se reducirá el tamaño mínimo para conformar un sindicato, aunque la fórmula exacta es aún objeto de debate. Se espera que la medida afecte significativamente a los contratistas, ya que muchos tienen pequeñas a medianas fuerzas de trabajo.
Un sindicato único será capaz de representar a los trabajadores de varias empresas. A las mineras les preocupa que este tipo de gremios puedan formarse entre los contratistas, aumentando su apalancamiento.
Los sindicatos tendrán mayor influencia en la definición de la fuerza de trabajo que va a mantener una instalación durante una huelga. Estos llamados equipos de emergencia se consideran clave para el mantenimiento de la infraestructura física.
Los gremios estarán a cargo de la distribución de los beneficios derivados de la negociación colectiva y no las empresas. Esto busca aumentar la afiliación sindical.
Las empresas enfrentan restricciones adicionales sobre cuando sustituir a operarios en huelga legal. Analistas dicen que no está claro si una empresa será capaz de reemplazar a un subcontratista, y los legisladores siguen debatiendo el punto.
Cuando se renegocian nuevos contratos colectivos, las prestaciones enumeradas en el anterior servirán como oferta inicial mínima que una empresa puede presentar.
La longitud máxima de un contrato colectivo se reducirá probablemente a dos años. (Reporte de Gram Slattery. Editado en español por Felipe Iturrieta)