La administración Biden-Harris está a punto de finalizar el aumento de los aranceles sobre determinadas importaciones chinas, enfrentándose a la presión de la industria para que modere las subidas propuestas. En mayo, el Presidente Joe Biden anunció importantes aumentos de aranceles, entre ellos una subida del 100% a los vehículos eléctricos chinos, del 50% a los semiconductores y células solares, y nuevos aranceles del 25% a las baterías de iones de litio y otros bienes estratégicos como el acero, para proteger a las empresas estadounidenses de la sobreproducción china.
Inicialmente prevista para el 1 de agosto, la aplicación de los nuevos aranceles se pospuso a septiembre, mientras la oficina del Representante de Comercio de EE.UU. revisaba más de 1.100 comentarios públicos. Se espera una decisión concluyente a finales de agosto.
La inminente decisión es la primera medida comercial importante de la Administración desde que la vicepresidenta Kamala Harris se convirtiera en la candidata presidencial del Partido Demócrata tras la decisión de Biden de no presentarse a la reelección a finales de julio. El resultado es complejo, ya que equilibra las posibles críticas de los republicanos por una postura percibida como indulgente con China con las preocupaciones de los demócratas y de la industria por el aumento de los costes.
China ha amenazado con tomar represalias contra la subida de aranceles, y el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, ha criticado a Estados Unidos por lo que ha calificado de tácticas de "intimidación". Esta semana, el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, tiene previsto reunirse con Wang, con la intención de gestionar las relaciones entre EE.UU. y China de cara a las elecciones estadounidenses de noviembre.
Los aranceles en cuestión también incluyen un nuevo derecho del 25% sobre las grúas buque-tierra fabricadas en China, lo que podría afectar significativamente al puerto de Nueva York y Nueva Jersey, así como a los puertos de Virginia y Georgia. Los senadores demócratas de estos estados han solicitado exenciones para los pedidos existentes de grúas a China.
Ford Motor (NYSE:F) ha apelado al USTR para que reduzca los aranceles propuestos sobre el grafito artificial, crucial para la producción de baterías de vehículos eléctricos, señalando su dependencia de materiales chinos. Del mismo modo, Autos Drive America ha abogado por mantener tipos arancelarios estables sobre las baterías y componentes relacionados hasta al menos 2027 para apoyar la transición a los vehículos eléctricos.
Por el contrario, algunas empresas han pedido aranceles más amplios, como la siderúrgica finlandesa Outokumpu, que apoya el aumento propuesto del 7,5% al 25% para el acero chino. La empresa también sugiere ampliar los aranceles más altos a todos los productos de acero procedentes de China, independientemente de dónde se procesen, para evitar que se eludan.
Outokumpu también aboga por la inclusión de otros productos de acero inoxidable, como cuberterías y equipos para refrigeración y cervecerías, en los aranceles más elevados.
Opiniones de InvestingPro
En medio de las deliberaciones de la administración Biden-Harris sobre los aranceles, los actores de la industria como Ford Motor (NYSE:F) están vigilando de cerca el impacto potencial en sus operaciones y rentabilidad. Según datos de InvestingPro, Ford cuenta con una capitalización bursátil de 44.760 millones de dólares y ha mantenido un ratio precio/beneficio (PER) estable de 11,7, lo que refleja la confianza de los inversores en la capacidad de beneficios de la compañía. En particular, la relación precio/beneficio ajustada para los últimos doce meses a partir del segundo trimestre de 2024 se sitúa en un aún más atractivo 7,74, lo que sugiere que los beneficios de la empresa en relación con su precio de cotización son cada vez más convincentes con el tiempo.
Los consejos de InvestingPro revelan que Ford es un actor prominente en la industria del automóvil, lo que subraya su papel significativo en las discusiones en curso sobre los aranceles a las importaciones chinas. La importancia de la compañía se destaca aún más por su historial de mantener el pago de dividendos durante 13 años consecutivos, lo que es un testimonio de su estabilidad financiera y compromiso con la rentabilidad de los accionistas. Con una sólida rentabilidad por dividendo del 6,92% a partir de los últimos datos, Ford destaca como un importante pagador de dividendos en la industria.
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Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.