Ante la escalada de tensiones entre Israel e Irán, la OPEP está preparada para compensar una interrupción total del suministro de petróleo iraní en caso de necesidad. Esta garantía se produce cuando Irán lanzó el martes un ataque con misiles contra Israel, tras los ataques aéreos y las amenazas israelíes. El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió de las consecuencias de las acciones iraníes, mientras que Irán ha prometido una fuerte represalia si Israel sigue provocando.
Irán, miembro de la OPEP, aporta aproximadamente 3,2 millones de barriles diarios, lo que equivale al 3% de la producción mundial de petróleo. A pesar de las sanciones de Estados Unidos, las exportaciones de petróleo iraní se han disparado hasta alcanzar máximos de varios años de 1,7 millones de barriles diarios, adquiridos principalmente por refinerías chinas que no reconocen las sanciones unilaterales de Estados Unidos.
Amrita Sen, cofundadora de Energy Aspects, afirmó que la OPEP+, que incluye países de la OPEP y aliados como Rusia y Kazajstán, posee suficiente capacidad excedentaria para gestionar la pérdida de producción iraní. La OPEP+ ha venido reduciendo la producción para sostener los precios del petróleo en un contexto de baja demanda mundial, lo que ha dado lugar a una importante reserva de capacidad excedentaria.
Actualmente, los recortes de producción de la OPEP+ ascienden a 5,86 millones de barriles diarios. Las estimaciones apuntan a que Arabia Saudí podría aumentar su producción en 3 millones de barriles diarios y Emiratos Árabes Unidos en 1,4 millones de barriles diarios.
Durante una reunión celebrada hoy, la OPEP+ se centró en el cumplimiento de los recortes de producción sin ahondar en el conflicto israelo-iraní. Una fuente de la OPEP+ indicó que en las discusiones se abordó brevemente la situación geopolítica, expresando la esperanza de una desescalada.
Sin embargo, analistas como Giovanni Staunovo, de UBS, advierten de que la capacidad excedentaria, gran parte de la cual se encuentra en la región del Golfo de Oriente Próximo, podría estar en peligro si el conflicto se recrudece y las infraestructuras energéticas regionales se convierten en objetivo.
Israel se ha abstenido de atacar instalaciones petrolíferas iraníes hasta ahora, pero preocupa que lugares estratégicos como las operaciones de refinado de petróleo de Irán y el puerto petrolero de la isla de Kharg, que gestiona la mayor parte de las exportaciones de crudo iraní, puedan ser objetivos potenciales.
Históricamente, durante la guerra entre Irán e Irak en la década de 1980, la isla de Kharg fue atacada con frecuencia, amenazando la existencia de la terminal petrolera. Además, en 2019, los ataques con drones por parte de proxies iraníes contra las instalaciones de procesamiento de petróleo saudíes detuvieron temporalmente la mitad de la producción de crudo del reino.
Expertos de RBC Capital Markets y PVM advierten que los proxies de Irán podrían apuntar a las operaciones energéticas en Oriente Medio, particularmente en Arabia Saudita, lo que podría conducir a un conflicto más amplio y potencialmente a graves interrupciones en el suministro de petróleo.
Los precios del petróleo se han mantenido relativamente estables entre 70 y 90 dólares por barril en los últimos años, a pesar de los conflictos en curso, incluida la guerra entre Rusia y Ucrania. El aumento de la producción de petróleo en Estados Unidos, que representa el 13% del crudo mundial y casi el 20% de la producción mundial de petróleo líquido, ha contribuido a la estabilidad del mercado. Esta diversidad de la oferta, unida a la capacidad excedentaria de la OPEP, ha mitigado la preocupación por las crisis de suministro relacionadas con las tensiones en Oriente Medio, según Rhett Bennett, Consejero Delegado de Black Mountain.
No obstante, un conflicto generalizado en Oriente Medio que afectara a la producción de petróleo podría provocar una subida de los precios del crudo, lo que a su vez incrementaría los costes del combustible. Un escenario así podría repercutir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, influyendo potencialmente en la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris contra el candidato republicano Donald Trump, cuyas elecciones están previstas para el 5 de noviembre.
Warren Patterson, de ING, sugiere que Estados Unidos podría alentar a Israel a moderar su respuesta para evitar una escalada significativa de las tensiones.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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