Por Barani Krishnan
Investing.com -- El petróleo crudo avanzó con firmeza hacia el territorio de los 90 dólares por barril mientras los inversores celebraban una IPC en Estados Unidos más débil de lo esperado que arrastró las expectativas de subida de tasas y la bajada del dólar.
Los precios del petróleo cayeron inicialmente hasta un 2% en el día, ya que se reanudó el flujo de petróleo en el oleoducto Druzhba, de propiedad rusa, después de un breve bloqueo.
Pero el mercado entró en números rojos después de que la Administración de Información Energética de EE.UU. informara de una segunda acumulación semanal consecutiva de cinco millones de barriles en los balances de crudo. Pero la agencia también citó una caída de unos cinco millones de barriles en los inventarios de gasolina, y eso ayudó a contrarrestar el sentimiento bajista que pesaba sobre el mercado.
Debilidad del dólar impactó en el crudo
La debilidad del dólar fue el factor decisivo para los que buscaban dirección en el crudo. El Índice del Dólar, que compara el billete verde con seis divisas principales, encabezadas por el euro, alcanzó un mínimo de un mes de 104.51.
El dólar cayó después de que el Departamento de Trabajo informara de que el índice de precios al consumo aumentó un 8.5% en el año hasta julio, frente a una expansión anual del 9.1% en junio, la mayor en 41 años.
Los economistas encuestados por los medios de comunicación estadounidenses esperaban un crecimiento del 8.7% en la lectura anual del IPC para el mes pasado. Para el propio mes de julio, el índice registró un crecimiento nulo, frente a una expansión del 1.3% en junio.
Los operadores del mercado monetario inmediatamente incluyeron en precio una mayor probabilidad de una subida de 50 puntos base, o medio punto porcentual, en la próxima reunión de revisión de tasas de la Reserva Federal, el 21 de septiembre. Antes de esto, las apuestas habían sido fuertes para un aumento de 75 puntos base, o tres cuartos de punto porcentual.
"El informe sobre la inflación fue bien recibido, ya que todos los indicadores se situaron por debajo de las estimaciones del consenso", dijo Ed Moya, analista de la plataforma de trading en línea OANDA. "La acumulación principal de 5.4 millones de barriles fue mayor que la estimación de consenso de un aumento de un millón de barriles [pero] la demanda de gasolina se recuperó y esa tendencia podría continuar ya que todavía estamos en la temporada alta de conducción de verano".
El West Texas Intermediate, la referencia del crudo estadounidense, subió 1.43 dólares, o un 1.6%, a 91.33 dólares por barril. Subió algo más de 1.90 dólares en el pico del día para alcanzar un máximo de la sesión de 92.42 dólares, y cayó más de 2.80 dólares más tarde para alcanzar un mínimo intradía de 87.67 dólares.
El Brent, que cotiza en Londres, subió 1.09 dólares, o un 1.1%, hasta los 97.40 dólares. Subió casi 2.10 dólares para alcanzar un máximo de sesión de 98.40 dólares, y cayó casi 2.70 dólares para alcanzar un mínimo intradía de 93.64 dólares.
Perspectiva semanal al alza
Tanto el WTI como el Brent subieron un 3% en la semana. Esto se produjo después de la caída de la semana pasada, que eliminó un 10% del índice de referencia estadounidense y casi un 14% del indicador de crudo con sede en Londres. El WTI también alcanzó un mínimo de seis meses de 87.03 dólares la semana pasada, mientras que el Brent se desplomó a 92.79 dólares, su mínimo desde febrero.
Los inventarios de crudo aumentaron en 5.458 millones de barriles durante la semana que finalizó el 5 de agosto, frente a la previsión de aumento de 73,000 barriles realizada por los analistas de Investing.com.
En la semana anterior, hasta el 29 de julio, las existencias de crudo también habían aumentado en casi cinco millones de barriles, concretamente en 4.467 millones.
El último aumento de las reservas de crudo se produjo cuando las exportaciones de crudo cayeron casi un 40% la semana pasada, hasta 2.11 millones de barriles, frente a los 3.51 millones anteriores.
La producción de crudo también subió, hasta una estimación de 12.2 millones de barriles diarios desde los 12.1 millones anteriores.
En el caso de la gasolina, el principal combustible para automóviles en Estados Unidos, los inventarios disminuyeron en 4.978 millones de barriles la semana pasada, frente a las expectativas de un descenso de 633,000 barriles. En la semana anterior, los saldos de gasolina aumentaron en 163,000 barriles.
La caída de las reservas de gasolina se produjo porque Estados Unidos exportó 1.13 millones de barriles del combustible la semana pasada, la mayor cantidad en una semana desde diciembre de 2018.
La demanda interna de gasolina también fue fuerte según las tendencias estacionales. La demanda de la semana pasada fue de 9.123 millones de barriles, apenas inferior a los niveles de hace un año, de 9.43 millones.
Baja el consumo en EE.UU.
El consumo de gasolina en Estados Unidos se redujo el mes pasado cuando los precios en los surtidores alcanzaron máximos históricos de 5 dólares por galón, lo que llevó a los estadounidenses a conservar el combustible. Desde entonces, los precios han bajado hasta situarse justo por encima de los 4 dólares por galón, lo que ha animado de nuevo la demanda.
La EIA también informó de una salida de 5.3 millones de barriles de la reserva de petróleo de emergencia de EE.UU. la semana pasada, lo que sitúa el saldo de la llamada Reserva Estratégica de Petróleo en 464.6 millones de barriles, el más bajo desde abril de 1985.
El gobierno de Biden ha recurrido en gran medida a la reserva para aumentar el suministro de crudo en el mercado en medio de la reducción de la disponibilidad mundial de petróleo por las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto de Ucrania.
Se espera que la administración continúe retirando entre 750,000 y 1 millón de barriles diarios de la reserva hasta octubre para crear más oferta para que las refinerías la conviertan en gasolina y bajen los precios de ese combustible en los surtidores.
En el caso de destilados, las existencias aumentaron sorprendentemente en 2.166 millones de barriles la semana pasada. Se esperaba un descenso de 667,000 barriles. En la semana anterior, los destilados habían caído en 2.4 millones de barriles. Los destilados, conocidos como petróleo del medio del barril, se refinan para convertirlos en el gasóleo que utilizan los camiones, autobuses, trenes y barcos, así como en el combustible necesario para los aviones.