por José Manuel Martínez Gómez
Infosel, septiembre. 4.- El precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación anotó su peor semana desde la segunda de junio pasado en medio del endeble aumento de la demanda de combustibles.
La canasta de crudo, que comercializa la paraestatal Petróleos Mexicanos), cerró en 38.45 dólares por barril, o 2.95% menos con relación al cierre previo.
De esta forma el crudo mexicano acumuló en la primera semana de septiembre una caída de 5.25%.
La baja, en línea con los principales referentes del crudo y de los mercados accionarios, se originó por los datos de una menor demanda de combustibles en Estados Unidos donde los indicadores de movilidad sugieren que el uso de vehículos se ha estancado.
Adicionalmente el verano está por terminar, siendo que esta es la temporada de mayor movimiento de estadounidenses a través de automóviles, aviones y ferrocarriles, pero la pandemia de covid-19 ha provocado una reducción de los viajes.
Adicionalmente, la demanda de hidrocarburos sigue vulnerable debido a las condiciones de un menor crecimiento económico.
En Estados Unidos, las nóminas no agrícolas aumentaron 1.37 millones de puestos de trabajo el mes pasado, pero el aumento fue menor al de los dos meses previos y todavía se encuentra 11.5 millones por debajo de su nivel de antes de la pandemia.
Claro que la mezcla mexicana cayó casi al mismo ritmo que el crido West Texas Intermediate el cual acumuló en la semana una baja de 7.45%, mientras que el del mar del Norte o Brent retrocedió 5.31%.
Adicionalmente, el fortalecimiento del dólar estadounidense frente a otras monedas reduce la demanda por commodities pues los hace menos accesibles para inversionistas que operan con otras divisas.
Con ello, la mezcla mexicana de crudo de exportación de encuentra 31.51% por debajo del cierre de 2019, y en el promedio del año se ubica 16.38 dólares abajo con respecto a los 49 dólares en promedio que el gobierno federal usó como referencia para su presupuesto de este año.
Infosel, septiembre. 4.- El precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación anotó su peor semana desde la segunda de junio pasado en medio del endeble aumento de la demanda de combustibles.
La canasta de crudo, que comercializa la paraestatal Petróleos Mexicanos), cerró en 38.45 dólares por barril, o 2.95% menos con relación al cierre previo.
De esta forma el crudo mexicano acumuló en la primera semana de septiembre una caída de 5.25%.
La baja, en línea con los principales referentes del crudo y de los mercados accionarios, se originó por los datos de una menor demanda de combustibles en Estados Unidos donde los indicadores de movilidad sugieren que el uso de vehículos se ha estancado.
Adicionalmente el verano está por terminar, siendo que esta es la temporada de mayor movimiento de estadounidenses a través de automóviles, aviones y ferrocarriles, pero la pandemia de covid-19 ha provocado una reducción de los viajes.
Adicionalmente, la demanda de hidrocarburos sigue vulnerable debido a las condiciones de un menor crecimiento económico.
En Estados Unidos, las nóminas no agrícolas aumentaron 1.37 millones de puestos de trabajo el mes pasado, pero el aumento fue menor al de los dos meses previos y todavía se encuentra 11.5 millones por debajo de su nivel de antes de la pandemia.
Claro que la mezcla mexicana cayó casi al mismo ritmo que el crido West Texas Intermediate el cual acumuló en la semana una baja de 7.45%, mientras que el del mar del Norte o Brent retrocedió 5.31%.
Adicionalmente, el fortalecimiento del dólar estadounidense frente a otras monedas reduce la demanda por commodities pues los hace menos accesibles para inversionistas que operan con otras divisas.
Con ello, la mezcla mexicana de crudo de exportación de encuentra 31.51% por debajo del cierre de 2019, y en el promedio del año se ubica 16.38 dólares abajo con respecto a los 49 dólares en promedio que el gobierno federal usó como referencia para su presupuesto de este año.