El jueves, el mercado inmobiliario estadounidense dio nuevas muestras de debilidad, ya que las ventas de viviendas existentes cayeron más de lo previsto. Según Douglas Porter, economista de BMO, las ventas cayeron un 2,5% hasta una tasa anualizada de 3,86 millones en agosto, marcando el nivel más bajo desde octubre de 2023. La disminución se observó principalmente en las viviendas unifamiliares, que experimentaron un descenso del 2,8%. Las ventas de condominios se mantuvieron constantes, aunque en niveles bajos.
Los datos, que reflejan el mercado al final del verano, no mostraron crecimiento en las cuatro regiones estadounidenses. A pesar de un aumento interanual del 3,1% en la mediana de los precios de venta, el impulso del crecimiento de los precios siguió ralentizándose. El inventario de viviendas disponibles para la venta experimentó un salto significativo del 22,7% en comparación con el año anterior, aunque los niveles generales siguen considerándose bajos.
El inventario actual tardaría aproximadamente 4,2 meses en venderse al ritmo de ventas actual, lo que indica un mercado bastante ajustado según los estándares históricos, pero la mayor duración desde los parones económicos de 2020.
Los retos del mercado inmobiliario se atribuyen en parte a la sensibilidad a los tipos de interés, que han afectado al comportamiento de compradores y vendedores. Aunque los tipos hipotecarios han retrocedido desde su máximo de casi el 8%, los compradores potenciales dudan a la hora de comprometerse a comprar, a la espera de que los costes sigan bajando.
Esta reticencia se produce en medio de la peor asequibilidad de la vivienda vista en décadas. A la inversa, los vendedores potenciales se resisten a poner en venta sus propiedades, prefiriendo conservar las condiciones hipotecarias favorables que obtuvieron durante los periodos de tipos más bajos.
El análisis de BMO sugiere que la reciente decisión de la Reserva Federal de iniciar recortes de tipos, incluida una reducción sustancial de 50 puntos básicos, podría no ser suficiente para revitalizar el mercado de la vivienda. La firma indica que podrían ser necesarios recortes adicionales de los tipos para estimular la actividad en este sector, que sigue apagada a pesar de que la economía en general muestra resistencia.
En otras noticias recientes, la construcción de viviendas unifamiliares en EE.UU. experimentó un repunte significativo en agosto, con un salto del 15,8% hasta una tasa anual desestacionalizada de 992.000 unidades, según informó la Oficina del Censo del Departamento de Comercio. Este repunte se produce tras un descenso en julio, debido en parte al impacto del huracán Beryl y a una subida primaveral de los tipos hipotecarios. A pesar de estos problemas, los tipos hipotecarios han descendido a mínimos de un año y medio, y podrían seguir bajando a medida que la Reserva Federal inicie su ciclo de flexibilización de la política monetaria.
Por el contrario, las ventas de viviendas nuevas alcanzaron su nivel más bajo en seis meses en mayo, con una caída del 11,3% hasta una tasa anual desestacionalizada de 619.000 unidades. Este descenso, más acusado de lo previsto por el mercado, se atribuyó a la subida de los tipos hipotecarios y a la disminución de la demanda de los compradores. Geográficamente, el noreste experimentó el descenso más pronunciado con una caída del 43,8%, mientras que el oeste experimentó un deslizamiento del 4,5%, el sur se enfrentó a una caída del 12,0% y el medio oeste experimentó una reducción del 8,6%.
Esta evolución sugiere un cauto optimismo en el sector de la construcción de viviendas, aunque aún está por ver el impacto total de los cambios de política previstos por la Reserva Federal. La encuesta de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas destacó la posible competencia del creciente inventario de viviendas existentes. Además, el precio medio de la vivienda nueva disminuyó ligeramente, lo que indica que los constructores se esfuerzan por atender a los compradores con un presupuesto más ajustado construyendo viviendas más pequeñas.
Perspectivas de InvestingPro
El estado actual del mercado inmobiliario estadounidense, puesto de relieve por la caída de las ventas de viviendas existentes, también se refleja en el rendimiento del SPDR S&P Homebuilders ETF (XHB). Con una capitalización bursátil de 2.340 millones de dólares, el ETF ha registrado importantes movimientos de precios en distintos plazos. A corto plazo, la rentabilidad total a 1 semana del 5,12% y la rentabilidad total a 1 mes del 8,32% sugieren un reciente repunte de la confianza de los inversores. A más largo plazo, las rentabilidades totales a 3 y 6 meses del 16,37% y el 14,36%, respectivamente, junto con una rentabilidad total en lo que va de año del 27,54%, indican una sólida recuperación desde los mínimos anteriores.
Los inversores deben tener en cuenta que XHB cotiza cerca de su máximo de 52 semanas, a un 98,8% del precio máximo, con un cierre anterior a 121,64 $. Esta proximidad al punto máximo podría sugerir el optimismo del mercado sobre las perspectivas del sector o reflejar tendencias más amplias del mercado. El volumen medio diario en los últimos tres meses ha sido de 2,11 millones, lo que demuestra un sólido interés de negociación en el ETF.
Con una próxima rentabilidad por dividendo del 0,48% y la fecha límite para el último dividendo el 24 de junio de 2024, XHB podría ser una consideración para los inversores centrados en los ingresos. Un consejo de InvestingPro a tener en cuenta es el rendimiento del ETF en relación con el mercado en general y su exposición al riesgo específico del sector. Los suscriptores de InvestingPro pueden acceder a consejos adicionales; actualmente, hay más de 20 Consejos InvestingPro disponibles, que ofrecen una visión más profunda de ETFs como XHB y su lugar en una cartera de inversión diversificada.
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