El viernes, los economistas de Evercore ISI ofrecieron su opinión sobre las posibles medidas del Banco Central Europeo (BCE) tras la publicación de los datos de inflación de agosto en la eurozona. Los datos mostraron un descenso de la inflación general hasta el 2,2%, aproximadamente 0,4 puntos porcentuales menos, debido principalmente al impacto de la caída de los precios de la energía.
La inflación subyacente también experimentó una reducción de 0,1 puntos porcentuales, hasta el 2,8%, influida por la ralentización de la inflación de los bienes. Sin embargo, la inflación de los servicios se mantuvo alta, en el 4,2%, lo que indica que la inflación generada internamente no ha iniciado una tendencia a la baja consistente.
Los economistas señalaron que los halcones del BCE podrían considerar que la persistente elevada inflación de los servicios, combinada con la debilidad de la productividad, la actual dinámica salarial y las incertidumbres geopolíticas y comerciales, constituyen importantes riesgos al alza para la inflación. Estos factores podrían justificar nuevas pruebas antes de decidir otro recorte de tipos después de septiembre.
Por otra parte, los halcones del BCE podrían abogar por acelerar el ritmo de la relajación monetaria, aduciendo como justificación factores puntuales como los Juegos Olímpicos, la desaceleración de los salarios negociados y el deterioro de las perspectivas de crecimiento.
Otros factores que influyen en la toma de decisiones del BCE son el cambio en las perspectivas de tipos de la Reserva Federal, la consiguiente apreciación del euro y la reducción de la demanda de China, todo lo cual aumenta los riesgos a la baja para el crecimiento y la inflación de la zona euro.
Los economistas expresaron su preocupación por la posibilidad de que el BCE se retrase en su respuesta, lo que podría provocar problemas en el mercado laboral o una caída de la inflación por debajo del objetivo.
A pesar de un posible ligero descenso de la inflación de los servicios en septiembre, la mayoría del Consejo del BCE podría considerarlo un dato aislado, no suficiente para confirmar una tendencia a la baja de la inflación de los servicios o para justificar un recorte de los tipos en octubre. Se destacó el reciente discurso de Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, como especialmente pertinente para las perspectivas de los tipos.
Schnabel reconoció los posibles riesgos de inflación, pero también señaló los datos recientes que apoyan las expectativas de que la inflación vuelva al 2% a finales de 2025. Abogó por una reducción gradual de los tipos de interés oficiales, pero instó a la cautela a medida que los tipos se acercan al tipo de interés neutral estimado, que se sitúa en torno al 3% en términos nominales.
En conclusión, la hipótesis de base de Evercore ISI sigue siendo que el BCE procederá a un recorte de tipos en septiembre, pero es probable que renuncie a un recorte en octubre.
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