Por Marcelo Rochabrun y Leonardo Benassatto
SÃO PAULO/BRASÍLIA, 15 jul (Reuters) - El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a exaltar las supuestas virtudes de la hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria, para combatir la COVID-19, tras decir el miércoles que volvió a dar positivo en el test del coronavirus, una semana después de anunciar que se había infectado.
"Fui medicado desde el principio con hidroxicloroquina, con la recomendación de un médico. Me sentí mejor al día siguiente", dijo Bolsonaro en un vídeo publicado en redes sociales. "Sea una coincidencia o no... me funcionó".
Al igual que su aliado cercano, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Bolsonaro se ha apresurado a proclamar las virtudes de la hidroxicloroquina, a pesar de las escasas pruebas científicas de su eficacia contra el coronavirus.
Desde que contrajo el virus, Bolsonaro ha dicho que sigue gozando de buena salud y que reanudaría su horario normal de trabajo una vez que diera negativo.
El miércoles, el mandatario se presentó en una ceremonia de banderas en el recinto del palacio presidencial, llevando una mascarilla y permaneciendo a distancia de los demás. Dijo que se haría la prueba de nuevo en unos días.
Bolsonaro ha ignorado la opinión de los expertos sanitarios en el manejo de la pandemia de Brasil, que se ha convertido en la peor del mundo después de Estados Unidos. También criticó los confinamientos impuestos por estados y ciudades y a menudo ha circulado en público sin mascarilla, atrayendo críticas de los especialistas en salud pública. presión del presidente de derechas para utilizar la hidroxicloroquina como tratamiento para la enfermedad COVID-19 en Brasil llevó a la dimisión de dos ministros de Salud, que renunciaron durante la pandemia. El ministerio está siendo dirigido actualmente de manera interina por un general del ejército en servicio activo, que en principio seguirá en el cargo por el momento, según dijeron fuentes a Reuters el miércoles.
Bolsonaro, excapitán del ejército, anunció su diagnóstico el 7 de julio. presidente describió la enfermedad al principio de la pandemia como una "pequeña gripe" y ha restado importancia al creciente número de muertes en el país —ahora más de 75.000— y dijo que tiene un fuerte "historial atlético" que le protegería de desarrollar síntomas graves.