Por Ueslei Marcelino
GOIANIA, Brasil, 22 jul (Reuters) - Aritana Yawalapiti, uno de los líderes indígenas más influyentes de Brasil, llegó el miércoles temprano a un hospital en la ciudad de Goiânia para ser tratado en una unidad de cuidados intensivos por COVID-19, después de un arduo viaje por caminos rurales con un suministro de oxígeno cada vez más escaso.
La hospitalización de Aritana, que tiene alrededor de 70 años y lidera a los habitantes del Alto Xingu en el centro de Brasil, es un poderoso símbolo de la amenaza sobre las comunidades indígenas vulnerables de Brasil, el segundo punto caliente del mundo por el coronavirus detrás de Estados Unidos.
Aritana se enfermó con síntomas de COVID-19 en los últimos días. Inicialmente, se negó a abandonar su pueblo en una parte remota del estado de Mato Grosso, según Celso Correia Batista, que ayuda a los indígenas. Sin embargo, como su condición se deterioró y necesitaba oxígeno para respirar, aceptó ser hospitalizado, dijo Batista.
Aritana y Batista se dirigieron en un viaje de 10 horas a un hospital en la pequeña ciudad de Canarana, en Mato Grosso. Después de hacerle un examen pulmonar, comenzaron a buscar la manera de llevarlo a una UCI, pero no pudieron encontrar un médico dispuesto a transportarlo por aire. Como resultado, decidieron hacer un arriesgado viaje de nueve horas en coche hasta Goiânia.
Batista dijo que durante el viaje viajaron con cuatro botellas de oxígeno de 1.000 litros -dos de las cuales estaban "prácticamente vacías"- para mantener al jefe con vida hasta que llegara al hospital. En el camino, los cilindros fueron reemplazados por otros llenos en una rápida parada en boxes. "De lo contrario lo habríamos perdido", añadió.
Después de llegar a Goiânia a la 01.30 de la madrugada del miércoles, Aritana tuvo que esperar 30 minutos fuera del hospital, ya que no llevaba ningún documento.
"Su estado es grave, pero tiene todas las probabilidades de sobrevivir", dijo Batista. (Editado en español por Javier López de Lérida)