Por Carjuan Cruz
Investing.com - La caída de FTX, la tercera plataforma más importante del sector de criptomonedas, es el golpe más reciente al sector, debilitando la credibilidad que trataba de recuperar después de problemas de liquidez, huecos financieros, y otras quiebras, como las de Three Arrows Capital, Voyager Digital, o Celsius.
Para el premio Nobel de economía, Paul Krugman, las circunstancias de este año, cuyas consecuencias han impactado al mercado, y sobre todo pequeños inversionistas, y el caso de FTX en particular, refleja la necesidad de una regulación, sin embargo, el experto asegura que una normativa podría terminar con el sector.
"Los eventos recientes han dejado en claro la necesidad de regular las criptomonedas. Pero también parece probable que la industria no pueda sobrevivir a la regulación", indicó Krugman, quien también fue profesor de la Universidad de Princeton y articulista del New York Times.
De hecho, escribió sus proyecciones esta semana es una columna titulada ¿Es este el final del juego para las criptos?
“La industria de las criptomonedas, que se vislumbraba tan grande hace sólo unos meses, se dirige al olvido”, sentenció el economista.
El experto aseguró que este escenario puede desarrollarse, incluso si el valor del Bitcoin -principal activo digital por tamaño de capitalización- no llegase a cero, aunque aseguró que no descarta esa posibilidad.
Plataformas obsoletas
El premio Nobel de economía también advirtió sobre la posibilidad de que las plataformas de intercambios de criptomonedas puedan quedar obsoletas en caso de que se apruebe una regulación.
Y, de hecho, se preguntó el por qué de su existencia, tomando en cuenta que el Bitcoin se creó como un sistema de pago digital entre pares que supuestamente eliminaría la necesidad de intermediarios.
Recordó que las instituciones financieras convencionales están reguladas, supervisadas y controladas justamente para minimizar riesgos. Y se necesitaría que los inversionistas en criptomonedas también estuvieran protegidos de la misma manera.
"Es difícil ver qué ventaja tendrían estas empresas sobre los bancos ordinarios", dijo.