por Lissette Esquila Alonso
Infosel, septiembre. 29.- El consenso de los analistas del sector privado espera que la Junta de Gobierno de Banco de México adopte una actitud de cautela cuando se reúna este 30 de septiembre, a pesar una alta volatilidad en los mercados globales, una postura más dura de la Reserva Federal y la rápida evolución de la inflación local y global --en especial del rubro subyacente--.
El consenso de economistas anticipa que para la reunión del próximo jueves 30 de septiembre la Institución Central elevaría en 25 puntos base la tasa de referencia, por lo que se colocaría en 4.75%, de acuerdo con la más reciente encuesta elaborada por Citibanamex.
No obstante, los agentes del mercado de deuda, si bien parecen coincidir en términos generales con esta visión, tampoco descartan una postura más dura o hawkish por parte de Banco de México.
La tasa del bono con vencimiento a 10 años, que es la referencia más seguida del mercado, acumulaba un alza de 38 puntos base desde el 17 de septiembre, para alcanzar este martes 7.34% o su mayor nivel en 17 meses. Por su parte, el bono a cinco años, o con vencimiento en 2026, subía 42 basis point para llegar a 7% --nivel no visto en año y medio--.
Amín Vera, analista de equities de la correduría Black Wallstreet Capital, dijo que los movimientos del mercado de deuda local están descontando un alza de más de 0.25 puntos porcentuales, pero no un alza de 50 basis points para la reunión de Banco de México esta semana.
"No creemos que sea en esta reunión, pero el mercado si está descontando un incremento superior a 25 puntos base para cualquier momento o un alza adicional no contemplada por los analistas", dijo Vera en entrevista telefónica. "Podría aumentarla 25 puntos base en esta reunión y probablemente otros 25 puntos base para la siguiente y, en función de lo que haga la Fed, podría aumentar 25 puntos base adicionales en la última reunión del año o aumentar 50 puntos base en juntas posteriores".
Algunos otros analistas dijeron que la curva de los Bonos M y de otros bonos soberanos ya tienen incorporada la visión futura de la política monetaria local y global más restrictiva de los próximos tres y seis meses, e incluso de un año, así como las presiones inflacionarias de alrededor del mundo.
"Los instrumentos mexicanos no se encuentran escapando a este fenómeno", dijo Carlos Hernández, analista de Masari Casa de Bolsa. "Si se observa, el incremento en la curva viene ocurriendo con mayor fuerza desde la semana pasada, cuando la Reserva Federal planteó la visión de que hacia noviembre posiblemente iniciaría la reducción en la compra de bonos".
Desde el 22 de septiembre, fecha en que se dio a conocer la última decisión de política monetaria de la Fed, la tasa del treasury a 10 años ha subido 21 puntos base, para colocarse en 1.54%, su mayor nivel desde junio o en tres meses. Pero el rendimiento del treasury a dos años, el cual es altamente sensible a los cambios de política monetaria, ha alcanzado 1.31%, nivel no visto desde marzo de 2020.
El mercado de deuda local, así como el de otros países, ha reaccionado a las perspectivas de inflación, que en la mayoría de los casos van al alza, además de un cambio en el tono de la política monetaria en varias partes del mundo, principalmente en las economías avanzadas.
De hecho, la tasa del Certificado de Tesorería o Cetes con vencimiento a 28 días -- un instrumento usado como referentes para anticipar cambios en la política monetaria de Banco de México-- llegó a 4.69% en la subasta semanal de valores gubernamentales, un nivel que se ubica 11 puntos base por encima del registrado en la subasta anterior y el mayor registro desde finales de julio de 2020.
Hernández, de Masari, descarta que Banco de México vaya a tomar una postura más agresiva en su política monetario, a pesar de que posiblemente los integrantes de la Junta de Gobierno estén subestimando las presiones inflacionarias, que han sido más marcadas en la parte subyacente.
Hasta la primera quincena de septiembre, el componente subyacente de los precios, o aquella medida que excluye los cambios en productos altamente volátiles, como energéticos y agropecuarios, avanzó 0.31% quincena a quincena --la mayor en las últimas cuatro quincenas-- y aumentó 4.92% frente a la primera mitad de septiembre de 2020.
"Si dicho rubro no baja no hay forma de decir que la inflación sea transitoria por más que te juegue a favor la no subyacente", dijo Vera, de Black Wallstreet Capital. "Si la subyacente no cede no hay forma que el índice general vaya a terminar bajando".
Para algunos otros especialistas, sería complicado para Banco de México elevar de manera más agresiva la tasa de interés, pues ello complicaría la situación fiscal del país, por lo que los siguientes movimientos deberán ser graduales.
"Banco de México no puede subir más de 25 puntos base la tasa porque existe una mandato de mantener una postura de equilibrio fiscal, y si sube más la tasa de interés se estaría encareciendo el costo del dinero y se tendría que pagar más por intereses de deuda, y no le conviene a Banxico intervenir demasiado en la parte fiscal", dijo Juan Manuel Lozada, estratega sénior de inversiones en Citibanamex, en entrevista.
Por el contrario, algunos otros ven con buenos ojos algún movimiento sorpresivo del banco central, ya que eso ayudaría a anclar las expectativas de inflación, como lo hizo la autoridad monetaria en la reunión de junio.
"La forma más eficiente de anclar la expectativa de inflación es hacer movimiento de política monetaria que el mercado no espera, ya sea la baja o al alza, matemáticamente tiene más probabilidad de anclar la expectativa de tasas, eso es algo bueno", dijo Vera vía telefónica. "Es algo bueno que Banxico sorprenda al mercado cuando lo que quiere es amarrar la inflación. Se están subestimando no solo las expectativas sino todas las herramientas que se pueden usar".
Por otra parte, Lozada dijo que además de evaluar las expectativas de inflación sería importante ver si en el comunicado del próximo jueves hay algún cambio en la retórica de Gerardo Esquivel y Galia Borja, quienes votaron en disidencia durante los dos últimos encuentros.
Estos dos subgobernadores han dicho que las recientes presiones inflacionarias tienen efectos transitorios por las interrupciones a las cadenas de suministro global de bienes, por lo que consideran que subir las tasas para contener la inflación puede resultar erróneas
"Si existe una unanimidad en esta ocasión podríamos hablar de un tono de comunicado más restrictivo, si fuese por mayoría la decisión veríamos prácticamente el mismo balance y posturas de las últimas reuniones", agregó el analista de Citibanamex.
La mayoría de los analistas esperan que la tasa de interés de Banxico llegue por lo menos a 5% a finales de año y que haga una pausa en tal nivel hasta que se aclare el plan de recompras graduales de activos (tapering) de la Fed.
Infosel, septiembre. 29.- El consenso de los analistas del sector privado espera que la Junta de Gobierno de Banco de México adopte una actitud de cautela cuando se reúna este 30 de septiembre, a pesar una alta volatilidad en los mercados globales, una postura más dura de la Reserva Federal y la rápida evolución de la inflación local y global --en especial del rubro subyacente--.
El consenso de economistas anticipa que para la reunión del próximo jueves 30 de septiembre la Institución Central elevaría en 25 puntos base la tasa de referencia, por lo que se colocaría en 4.75%, de acuerdo con la más reciente encuesta elaborada por Citibanamex.
No obstante, los agentes del mercado de deuda, si bien parecen coincidir en términos generales con esta visión, tampoco descartan una postura más dura o hawkish por parte de Banco de México.
La tasa del bono con vencimiento a 10 años, que es la referencia más seguida del mercado, acumulaba un alza de 38 puntos base desde el 17 de septiembre, para alcanzar este martes 7.34% o su mayor nivel en 17 meses. Por su parte, el bono a cinco años, o con vencimiento en 2026, subía 42 basis point para llegar a 7% --nivel no visto en año y medio--.
Amín Vera, analista de equities de la correduría Black Wallstreet Capital, dijo que los movimientos del mercado de deuda local están descontando un alza de más de 0.25 puntos porcentuales, pero no un alza de 50 basis points para la reunión de Banco de México esta semana.
"No creemos que sea en esta reunión, pero el mercado si está descontando un incremento superior a 25 puntos base para cualquier momento o un alza adicional no contemplada por los analistas", dijo Vera en entrevista telefónica. "Podría aumentarla 25 puntos base en esta reunión y probablemente otros 25 puntos base para la siguiente y, en función de lo que haga la Fed, podría aumentar 25 puntos base adicionales en la última reunión del año o aumentar 50 puntos base en juntas posteriores".
Algunos otros analistas dijeron que la curva de los Bonos M y de otros bonos soberanos ya tienen incorporada la visión futura de la política monetaria local y global más restrictiva de los próximos tres y seis meses, e incluso de un año, así como las presiones inflacionarias de alrededor del mundo.
"Los instrumentos mexicanos no se encuentran escapando a este fenómeno", dijo Carlos Hernández, analista de Masari Casa de Bolsa. "Si se observa, el incremento en la curva viene ocurriendo con mayor fuerza desde la semana pasada, cuando la Reserva Federal planteó la visión de que hacia noviembre posiblemente iniciaría la reducción en la compra de bonos".
Desde el 22 de septiembre, fecha en que se dio a conocer la última decisión de política monetaria de la Fed, la tasa del treasury a 10 años ha subido 21 puntos base, para colocarse en 1.54%, su mayor nivel desde junio o en tres meses. Pero el rendimiento del treasury a dos años, el cual es altamente sensible a los cambios de política monetaria, ha alcanzado 1.31%, nivel no visto desde marzo de 2020.
El mercado de deuda local, así como el de otros países, ha reaccionado a las perspectivas de inflación, que en la mayoría de los casos van al alza, además de un cambio en el tono de la política monetaria en varias partes del mundo, principalmente en las economías avanzadas.
De hecho, la tasa del Certificado de Tesorería o Cetes con vencimiento a 28 días -- un instrumento usado como referentes para anticipar cambios en la política monetaria de Banco de México-- llegó a 4.69% en la subasta semanal de valores gubernamentales, un nivel que se ubica 11 puntos base por encima del registrado en la subasta anterior y el mayor registro desde finales de julio de 2020.
Hernández, de Masari, descarta que Banco de México vaya a tomar una postura más agresiva en su política monetario, a pesar de que posiblemente los integrantes de la Junta de Gobierno estén subestimando las presiones inflacionarias, que han sido más marcadas en la parte subyacente.
Hasta la primera quincena de septiembre, el componente subyacente de los precios, o aquella medida que excluye los cambios en productos altamente volátiles, como energéticos y agropecuarios, avanzó 0.31% quincena a quincena --la mayor en las últimas cuatro quincenas-- y aumentó 4.92% frente a la primera mitad de septiembre de 2020.
"Si dicho rubro no baja no hay forma de decir que la inflación sea transitoria por más que te juegue a favor la no subyacente", dijo Vera, de Black Wallstreet Capital. "Si la subyacente no cede no hay forma que el índice general vaya a terminar bajando".
Para algunos otros especialistas, sería complicado para Banco de México elevar de manera más agresiva la tasa de interés, pues ello complicaría la situación fiscal del país, por lo que los siguientes movimientos deberán ser graduales.
"Banco de México no puede subir más de 25 puntos base la tasa porque existe una mandato de mantener una postura de equilibrio fiscal, y si sube más la tasa de interés se estaría encareciendo el costo del dinero y se tendría que pagar más por intereses de deuda, y no le conviene a Banxico intervenir demasiado en la parte fiscal", dijo Juan Manuel Lozada, estratega sénior de inversiones en Citibanamex, en entrevista.
Por el contrario, algunos otros ven con buenos ojos algún movimiento sorpresivo del banco central, ya que eso ayudaría a anclar las expectativas de inflación, como lo hizo la autoridad monetaria en la reunión de junio.
"La forma más eficiente de anclar la expectativa de inflación es hacer movimiento de política monetaria que el mercado no espera, ya sea la baja o al alza, matemáticamente tiene más probabilidad de anclar la expectativa de tasas, eso es algo bueno", dijo Vera vía telefónica. "Es algo bueno que Banxico sorprenda al mercado cuando lo que quiere es amarrar la inflación. Se están subestimando no solo las expectativas sino todas las herramientas que se pueden usar".
Por otra parte, Lozada dijo que además de evaluar las expectativas de inflación sería importante ver si en el comunicado del próximo jueves hay algún cambio en la retórica de Gerardo Esquivel y Galia Borja, quienes votaron en disidencia durante los dos últimos encuentros.
Estos dos subgobernadores han dicho que las recientes presiones inflacionarias tienen efectos transitorios por las interrupciones a las cadenas de suministro global de bienes, por lo que consideran que subir las tasas para contener la inflación puede resultar erróneas
"Si existe una unanimidad en esta ocasión podríamos hablar de un tono de comunicado más restrictivo, si fuese por mayoría la decisión veríamos prácticamente el mismo balance y posturas de las últimas reuniones", agregó el analista de Citibanamex.
La mayoría de los analistas esperan que la tasa de interés de Banxico llegue por lo menos a 5% a finales de año y que haga una pausa en tal nivel hasta que se aclare el plan de recompras graduales de activos (tapering) de la Fed.