por Adrian Estañol Casáis
(Amplía con detalles adicionales a lo largo de la historia)
Infosel, diciembre. 18.- La Cámara de Representantes en Estados Unidos decidió, tras seis horas de debate y acusaciones entre los legisladores demócratas y republicanos, iniciar un juicio político en contra del presidente Donald J. Trump, con lo que se convirtió en el tercer mandatario de ese país en enfrentar ese proceso.
Los legisladores de la Cámara Baja estadounidense aprobaron por enjuiciar a Trump por abusar de su poder con 230 votos a favor, 197 en contra y 229 a favor y 198 en contra por obstruir al Congreso en la investigación que llevaba a cabo sobre este asunto.
Ahora, el procedimiento pasará a manos de la Cámara de Senadores, que deberá convertirse en un jurado para determinar si Trump violó la Constitución y debe ser destituido del cargo.
Eso, sin embargo, se ve complicado, ya que la Cámara Alta está controlada por una mayoría republicana aliada del presidente.
Para el mandatario, la decisión de los congresistas demócratas de seguir con el juicio político es una afrenta y más bien es una estrategia política urdida por Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de los Representantes, para complicar la reelección de Trump en 2020.
"Estas atroces mentiras de los radicales de izquierda, los perezosos demócratas", escribió el empresario convertido en político, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, mientras se llevaba a cabo la sesión en la Cámara de Representantes. "Esto es una agresión a América y un ataque al partido Republicano".
Por su parte, Pelosi, quien ha enfrentado en más de una ocasión a Trump, dijo que era necesario seguir con el juicio político para asegurar que nadie está por encima de la ley.
"Yo solemne y tristemente abro el debate en el juicio político al presidente de los Estados Unidos. Si no actuamos ahora, estaríamos abandonado nuestro deber. Es una tragedia que las acciones imprudentes hagan el juicio político necesario. Él no nos dejó opción", dijo la presidenta de la Cámara Baja, al iniciar la larga sesión de debates. "Cuando los libros de historia escriban sobre este momento, quiero que muestren que muestren que yo estuve entre los que se enfrentaron a la anarquía y a la tiranía".
La mayoría encabezada por los demócratas decidió llevar el juicio a sus últimas consecuencias a partir de una investigación --donde fueron entrevistados decenas de funcionarios públicos y colaboradores del presidente-- que concluyó que Trump usó su posición para presionar al gobierno de Ucrania para que iniciara una investigación en contra de la empresa Burisma Holdings y de Hunter Biden, el hijo del exvicepresidente de Estados Unidos y futuro aspirante presidencial demócrata Joe Biden.
Además, los legisladores acusaron al presidente de obstruir las labores del Congreso en la investigación que realizó para ver si hubo un acto fuera de la ley en las comunicaciones que tuvo con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Antes de Trump, los expresidentes Andrew Johnson y Bill Clinton enfrentaron juicios políticos, pero permanecieron en el cargo debido a que no hubo los votos suficientes en el Senado para destituirlos.
Además, el expresidente Richard Nixon, del partido republicano, renunció a su cargo en 1974, ante la inminente destitución que iba a enfrentar por el escándalo conocido como Watergate, donde se destapó una red de espionaje que incluía grabaciones realizadas en las oficinas de la Casa Blanca.
Se espera que el Senado estadounidense aborde el juicio político a Trump en enero del próximo año, una vez que reanude un nuevo periodo legislativo.
A pesar del escándalo, Trump no solo buscará convertirse en candidato presidencial del partido demócrata en la elección de noviembre de 2020 sino que incluso algunos creen que podría terminar beneficiándose del juicio político en su contra.
"Es muy obvio que esto será un asunto que se resolverá entre partidos, y, en todo caso, si los demócratas planean debilitar la fuerza del presidente, creo que probablemente va a suceder lo contrario", dijo Joe Watkins, un estratega del partido republicano y antiguo colaborador del expresidente George W. Bush, en una entrevista con la cadena de televisión CNBC. "Creo que al final del día esto no va a lastimar al presidente y probablemente va a fortalecerlo en su intento por lograr la reelección.
