Se espera que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie el jueves un recorte de los tipos de interés, en respuesta al empeoramiento de la situación económica en la zona euro. Este cambio de política se produce después de que las señales anteriores sugirieran un enfoque más cauteloso de los ajustes de tipos.
Los participantes en el mercado prevén una reducción de 25 puntos básicos, con una probabilidad que ha pasado del 20% al 90% desde la última reunión del BCE. Esta expectativa se ve alimentada por los recientes datos que muestran una inesperada contracción de la actividad empresarial de la zona euro en septiembre, lo que suscitó la preocupación de que el BCE no actúe con suficiente rapidez para apoyar la economía.
El economista jefe para Europa de Deutsche Bank (ETR:DBKGn), Mark Wall, subrayó la importancia de la respuesta del BCE, afirmando: "Si el BCE no recorta en octubre, el mercado pensará que el banco central va por detrás de la curva y podría cometer un error de política".
Los operadores también prevén más de tres recortes de tipos en las próximas cuatro reuniones posteriores a octubre. Sin embargo, los responsables políticos del BCE, incluido el gobernador finlandés Olli Rehn, han mantenido que las decisiones sobre el ritmo y la escala de los futuros recortes se determinarán reunión por reunión.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha señalado un posible cambio de política, sugiriendo que las próximas proyecciones del banco en diciembre podrían allanar el camino para cambios en el enfoque del banco sobre los recortes de tipos.
La preocupación por la inflación ha disminuido entre los operadores, ya que la tasa cayó por debajo del objetivo del 2% del BCE en septiembre. Incluso las áreas de inflación persistente, como los servicios, han experimentado una ralentización. Esto se refleja en los instrumentos de mercado, que indican que se espera que la inflación se mantenga por debajo del 2% a partir de principios del próximo año, un descenso más rápido de lo previsto anteriormente por el BCE.
Aunque el principal mandato del BCE es apuntar a la inflación, el estancamiento del crecimiento se ha convertido en una preocupación creciente. El Banco confía en un aumento de los ingresos reales para impulsar el consumo y el crecimiento, proyectando un aumento del 0,8% este año al 1,3% el año próximo.
Sin embargo, algunos economistas, entre ellos Gilles Moec, economista jefe de AXA (EPA:AXAF), advierten de que estas expectativas pueden ser demasiado optimistas, sobre todo teniendo en cuenta que la economía alemana está al borde de un segundo año de contracción.
Los riesgos geopolíticos también están en el radar del BCE, principalmente por su impacto en el crecimiento. El actual conflicto entre Israel y Hezbolá ha hecho subir el precio del petróleo más de un 9% desde principios de octubre.
El economista jefe para Europa de BNP Paribas (EPA:BNPP), Paul Hollingsworth, señaló que, si bien el BCE puede tolerar subidas temporales de los precios de la energía debido a la baja inflación, estos riesgos geopolíticos podrían intensificar las preocupaciones relacionadas con el crecimiento.
La próxima decisión del BCE también tiene como telón de fondo las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre. Una victoria del expresidente Donald Trump, que ha prometido imponer aranceles del 10% a las importaciones, podría frenar aún más el crecimiento de la zona euro y reforzar los argumentos a favor de recortes de tipos más agresivos por parte del BCE.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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