La economía turca registró en el segundo trimestre un crecimiento más lento de lo previsto, con un aumento anual de sólo el 2,5%, debido a la campaña de endurecimiento monetario en curso. A pesar de las expectativas de desaceleración, la economía logró mantener una tasa de crecimiento trimestral positiva, con un aumento del 0,1% respecto al trimestre anterior sobre una base desestacionalizada y ajustada al calendario, según datos del Instituto Turco de Estadística (TUIK).
El resultado no alcanzó el 3,2% de crecimiento anual previsto por los analistas, que han proyectado una tasa de crecimiento global del 3,35% para 2024. El banco central ha estado subiendo agresivamente su tipo de interés básico, que ha alcanzado el 50% desde el 8,5% de junio de 2023, en un esfuerzo por frenar la demanda y combatir la inflación. La tasa de inflación se disparó hasta el 75% en mayo, pero desde entonces ha descendido hasta situarse por debajo del 62% en julio, con expectativas de que siga bajando.
El Ministro de Finanzas, Mehmet Simsek, se mostró optimista sobre la economía, indicando que los indicadores adelantados sugieren que el crecimiento se está estabilizando en el tercer trimestre y anticipando una composición equilibrada del crecimiento para el año.
En el segundo trimestre se registró un crecimiento sectorial: la construcción aumentó un 6,5%, las actividades inmobiliarias y la agricultura, silvicultura y pesca crecieron un 3,7% cada una, y la información y la comunicación aumentaron un 3,4%. Las demás actividades de servicios experimentaron un notable aumento del valor añadido del 7,4%.
Sin embargo, la tasa de crecimiento del primer trimestre se ajustó a la baja hasta el 5,3% desde el 5,7% inicial, atribuido a la fuerte demanda interna impulsada por el aumento del salario mínimo y las compras anticipadas de los hogares que esperaban un aumento de la inflación.
La empresa de análisis económico Capital Economics comentó la resistencia de la economía turca, afirmando que no se había debilitado tanto como se esperaba, aunque el camino hacia el reequilibrio sigue siendo difícil.
Además de los datos económicos, la tasa de crecimiento anual del año pasado se revisó al alza, del 4,5% al 5,1%, a pesar de los vientos en contra derivados de la ralentización del comercio con los principales socios y del impacto del devastador terremoto de febrero.
Otros indicadores económicos revelaron que el Índice de Gerentes de Compras (PMI) del sector manufacturero turco experimentó una ligera mejora en agosto, pasando a 47,8 desde 47,2 en julio, según informaron la Cámara de Industria de Estambul y S&P Global. Sin embargo, sigue por debajo del umbral de 50 puntos que indica crecimiento de la actividad.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.