El déficit comercial de Estados Unidos se amplió a su mayor margen desde mayo de 2022, alcanzando los 78.800 millones de dólares en julio, según informó la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio. Este aumento del 7,9% respecto al déficit de junio refleja un repunte de las importaciones, que los economistas interpretan como una señal de robustez de la demanda interna más que como un indicio de una inminente recesión.
Las importaciones subieron un 2,1%, hasta 345.400 millones de dólares, y sólo las importaciones de bienes aumentaron un 2,3%, hasta 278.200 millones de dólares, marcando el nivel más alto desde junio de 2022. Este aumento se vio impulsado en gran medida por un incremento de 3.300 millones de dólares en bienes de equipo, incluido un notable aumento en accesorios informáticos. Las importaciones de suministros y materiales industriales, que incluyen el petróleo, también aumentaron en 2.800 millones de dólares.
En particular, las importaciones de bienes procedentes de China aumentaron, contribuyendo a un incremento de 4.900 millones de dólares en el déficit comercial de bienes con China, que ahora se sitúa en 27.200 millones de dólares.
El gobierno de Biden ha manifestado su intención de imponer aranceles más elevados a una serie de importaciones chinas, como los vehículos eléctricos y los productos solares. Se espera que pronto se anuncie una decisión definitiva sobre estos aranceles. La posibilidad de aranceles aún más elevados se cierne sobre el país si el ex presidente Donald Trump ganara las próximas elecciones del 5 de noviembre.
A pesar del aumento de las importaciones, las exportaciones también experimentaron una ligera subida del 0,5%, hasta 266.600 millones de dólares. Las exportaciones de bienes aumentaron un 0,4%, hasta 175.100 millones de dólares, con un destacado incremento de 1.800 millones de dólares en las exportaciones de bienes de capital, lideradas por los semiconductores.
El comercio ha afectado negativamente al PIB estadounidense durante dos trimestres consecutivos. Sin embargo, es probable que muchos de los bienes importados pasen a formar parte de las existencias en un contexto de ralentización de la demanda interna, lo que podría mitigar el efecto sobre el PIB. Las estimaciones actuales de crecimiento para el tercer trimestre apuntan a una tasa anualizada de hasta el 2,7%, tras un crecimiento del 3,0% en el segundo trimestre.
El sector servicios también alcanzó máximos históricos, con unas importaciones de servicios que alcanzaron los 67.200 millones de dólares en julio, impulsadas por los cargos por uso de propiedad intelectual y transporte. Por el contrario, disminuyeron los servicios de viajes. Las exportaciones de servicios ascendieron a 91.500 millones de dólares, favorecidas por el aumento de los servicios financieros.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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