En China, el significativo aumento del desempleo ha dado lugar a un nuevo fenómeno socioeconómico conocido como "niños de la cola podrida", un término que está ganando terreno en las redes sociales para describir a los jóvenes adultos obligados a aceptar trabajos mal pagados o a depender de la ayuda económica de sus padres.
Esta tendencia se hace eco de la anterior referencia a los "edificios de cola podrida", que denotaba los numerosos proyectos de viviendas inacabados que han afectado a la economía china desde 2021.
Este año, un número récord de titulados universitarios se incorporan a un mercado laboral lastrado por las repercusiones económicas del COVID-19 y las medidas reguladoras en los sectores financiero, tecnológico y educativo.
La tasa de desempleo entre los jóvenes de 16 a 24 años superó el 20% en abril del año pasado, alcanzando un máximo del 21,3% en junio de 2023. Tras este pico, las autoridades interrumpieron la publicación de los datos de desempleo para reevaluar sus métodos de cálculo.
La tasa de desempleo reevaluada para este grupo demográfico alcanzó el 17,1% en julio de 2024, en medio de la graduación de 11,79 millones de estudiantes universitarios. La economía sigue lidiando con una crisis inmobiliaria, y el Presidente Xi Jinping ha hecho hincapié en el empleo juvenil como máxima prioridad. El gobierno ha abogado por más ferias de empleo y políticas empresariales para fomentar la contratación.
Incluso los que tienen estudios de postgrado tienen dificultades para encontrar un empleo adecuado. Zephyr Cao, máster por la Universidad de Asuntos Exteriores de China, ha renunciado a buscar trabajo a tiempo completo tras enfrentarse a decepcionantes ofertas salariales. Ahora se plantea hacer un doctorado con la esperanza de tener mejores oportunidades en el futuro.
Amada Chen, recién licenciada por la Universidad de Medicina China de Hubei, dejó su trabajo de ventas en una empresa estatal debido a un ambiente laboral tóxico y un salario bajo.
A pesar de enviar más de 130 solicitudes de empleo, le ofrecieron puestos no relacionados con su campo de estudio, lo que la llevó a plantearse un cambio de carrera.
El problema del desempleo entre los licenciados no es nuevo. En 1999, China amplió las matrículas universitarias para fomentar una mano de obra cualificada para su pujante economía. Sin embargo, el número de licenciados ha superado sistemáticamente la disponibilidad de empleo, una preocupación que las autoridades reconocieron por primera vez en 2007.
El mercado laboral sigue siendo incierto, y se prevé que la oferta de personas con estudios superiores supere a la demanda hasta 2037, según un estudio de China Higher Education Research. El estudio también prevé un pico de nuevos titulados universitarios de aproximadamente 18 millones en 2034.
El tipo de cambio actual es de 1 $ por 7,1436 yuanes chinos renminbi.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.