por Adrian Estañol Casáis
Infosel, diciembre. 18.- La Junta de Gobierno de Banco de México volverá a reunirse por última vez en el año el jueves 19 de diciembre y, aunque hay un consenso amplio entre analistas y agentes financieros sobre un nuevo recorte a la tasa de interés de referencia, hay quienes creen que podría haber espacio para una sorpresa.
Los funcionarios responsables de dictar la política monetaria del país han recortado las tasas en un cuarto de punto porcentual en cada una de las tres reuniones recientes, aprovechando que la inflación entró en una racha bajista que la llevó a un nivel de 2.97% al cierre de noviembre -prácticamente en línea con la meta puntual que tiene el Banco Central como mandato de 3%--.
Ahora, todo apunta a que las tasas de interés en México verán la última baja en este año el jueves, con un recorte de 25 puntos en la tasa de interés objetivo, de acuerdo con la más reciente encuesta quincenal elaborada por Citibanamex.
Claro que, aunque el Banco de México ha sugerido en sus comunicados que podría tomar una actitud más acomodaticia por la evolución favorable de la inflación, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno han señalado que era imposible bajar las tasas más mientras persistieran algunos riesgos como el retraso en la ratificación del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la guerra comercial entre China y Estados Unidos o incluso un divorcio abrupto entre Reino Unido y la Unión Europea.
Sorpresivamente, el aval del T-MEC y el acuerdo que promete poner fin a la disputa entre China y Estados Unidos llegaron a buen puerto la semana pasada y abrieron la puerta a ver un Banco de México más agresivo, aprovechando que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos también mandó una señal muy clara de pausa en su ciclo de recortes de tasas.
"Sí, definitivamente sí vemos que se abrió la puerta a eso [recortar 50 puntos base] sobre todo por la apreciación del peso y porque hacia adelante se ven menos riesgos para la economía mexicana que puedan causar volatilidad y presiones al alza del tipo de cambio y sobre la inflación", dijo en entrevista Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, previo a conocer el cambio al aprobado al salario mínimo del país en 2020.
La prudencia es el nombre del juego
Aunque todo sugería que la mesa estaba puesta para esperar un movimiento más agresivo por parte de Banco de México, uno de los factores que más venía señalando la Junta de Gobierno como riesgo para el desempeño de la inflación terminó por hacerse válido a inicios de semana y podría convertirse en el argumento perfecto para que se mantenga la actitud de prudencia en la baja de las tasas.
La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos aprobó aumentar el salario mínimo para 2020 de 102.68 a 123.22 pesos diarios, o un incremento global de 20%. De esta manera, el incremento salarial del próximo año superará en 17 puntos porcentuales la inflación esperada por Banco de México de 3% para ese año.
Para tres de los cinco miembros de la Junta de Gobierno, el primer riesgo para la inflación es el aumento salarial por encima de las ganancias en productividad, porque podría generar "presiones de costos", de acuerdo con las minutas de la última decisión de política monetaria, en la que los subgobernadores Jonathan Heath y Gerardo Esquivel, los dos integrantes de más reciente incorporación en el cuerpo colegiado responsable de dictar la política monetaria, votaron por una baja en las tasas de interés de 50 puntos base.
Si la actitud vista en minutas pasadas se mantiene, entonces el Banco Central podría nuevamente ir por un ajuste en línea con las expectativas del mercado de 25 puntos base.
"La prudencia es aún el nombre del juego monetario para la mayoría de los [gobernadores de la Junta del Banco de México]", escribieron los analistas de la institución financiera estadounidense Goldman Sachs (NYSE:GS), en un reporte.
Para analistas de las entidades financieras Bank of America (NYSE:BAC) Merril Lynch y Morgan Stanley (NYSE:MS), esta actitud de cautela se mantendrá entre la mayoría de los miembros de la Junta, mientras continúen estos incrementos salariales de doble dígito que presionarán --en su visión-- la inflación subyacente o menos volátil del banco. De ahí que su pronóstico la tasa de interés cerraría el año de 7.25%, desde un 7.5% actual.
Incluso esa visión coincide con la de agentes financieros que esta semana anticiparon un recorte de un cuarto de punto porcentual en la subasta de Cetes a 28 días, cuya tasa se colocó en 6.8%, 0 24 puntos base menos que la semana previa.
Sin embargo, para la administración de Andrés Manuel López Obrador el aumento al salario mínimo es una "deuda histórica", dado que los trabajadores por años perdieron poder adquisitivo.
Por primera vez, desde 1992, el salario mínimo excederá la línea de bienestar, que se ubica en seis mil 162 pesos y que consiste en recibir un ingreso suficiente mensual para que una pareja trabajando puedan satisfacer las necesidades de una familia conformada por hasta cuatro integrantes.
Al ser cuestionado sobre este incremento, Arturo Herrera, el secretario de Hacienda y Crédito Público, dijo que México, al tener salarios mínimos con una brecha considerable con respecto a los ingresos medios de un trabajador, difícilmente enfrentará impactos negativos en la creación de empleo ni en la inflación.
El incremento salarial también forma parte de los compromisos que México adquirió para que los legisladores de Estados Unidos ratificaran el T-MEC.
Aun así, algunos expertos insisten en mantener la cautela en los aumentos salariales para no generar efectos contraproducentes más adelante en el tiempo, sobre todo porque el Banco de México mantiene un puntual seguimiento al desempeño de la inflación subyacente.
Para los analistas, uno de los aspectos cruciales para el rumbo futuro de las tasas en el país puede ser la evolución de la inflación subyacente, que ha desacelerado este año a una velocidad menor que el índice general.
"La inflación subyacente ha mostrado todavía una resistencia importante a disminuir. Ha tendido a la baja, pero a un ritmo bastante lento. Entonces, hasta que veamos un mejor desempeño de este subíndice, Banco de México tendrá más confianza hacia adelante para ser más agresivo en los recortes en las tasas de interés", dijo en entrevista Alejandro Saldaña, economista en jefe con el banco Ve por Más, en entrevista.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la inflación subyacente ha mostrado resistencia al ubicarse en 3.65%, por encima de lo anticipado por el Banco Central.