Shigeru Ishiba, recién elegido líder del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) de Japón, ha anunciado su decisión de convocar elecciones generales para el 27 de octubre.
Esta decisión llega poco después de su ajustada victoria en la contienda por el liderazgo del PLD, que se ha considerado una de las más reñidas de la historia del partido. Las próximas elecciones determinarán el control de la Cámara Baja del Parlamento japonés.
En una rueda de prensa en la sede del PLD en Tokio, Ishiba hizo hincapié en la necesidad de que la nueva administración se gane pronto la confianza del público. Se espera que los legisladores se reúnan mañana para confirmar oficialmente a Ishiba como próximo primer ministro de Japón.
Tras la victoria de Ishiba en el liderazgo, la bolsa japonesa experimentó un fuerte descenso, con las acciones cayendo más de un 4% a primera hora del lunes. El yen se fortaleció y la deuda pública japonesa se disparó, reflejando la reacción del mercado ante Ishiba, reconocido por su postura de halcón en política monetaria.
Ishiba ha iniciado el proceso de selección de los funcionarios del gobierno y del partido que le acompañarán en las elecciones generales. Entre sus elegidos figuran Katsunobu Kato para el cargo de ministro de Finanzas y Yoshimasa Hayashi para mantener su puesto de secretario jefe del gabinete.
Takeshi Iwaya será el ministro de Asuntos Exteriores, mientras que el general Nakatani volverá a su antiguo cargo de ministro de Defensa. Yoji Muto ha sido designado para supervisar el Ministerio de Economía, Comercio e Industria.
Sin embargo, Sanae Takaichi, a quien Ishiba derrotó por estrecho margen en la carrera por el liderazgo, no figura entre los elegidos para su equipo. Su ausencia podría suponer un reto en la gestión del PLD, aquejado de conflictos internos y escándalos que han debilitado su apoyo público.
Expertos políticos, como Hiroshi Shiratori, de la Universidad de Hosei, han sugerido que la exclusión de Takaichi podría indicar posibles vulnerabilidades en la base de apoyo de Ishiba dentro del partido.
Ishiba también ha nombrado a otro antiguo rival, Shinjiro Koizumi, jefe de su campaña electoral, y a Yoshihide Suga, partidario de Koizumi y antiguo primer ministro, nuevo vicepresidente del PLD. Ambos estuvieron presentes con Ishiba durante su rueda de prensa del lunes.
A sus 67 años, Ishiba se ha asegurado el puesto de líder tras cinco intentos, obteniendo un importante respaldo de los miembros de base del partido. A pesar de su victoria, Ishiba ha tenido un historial de desafío a las políticas del partido, lo que a veces le ha tachado de inconformista entre sus compañeros parlamentarios. Antes de la segunda vuelta electoral contra Takaichi, se disculpó ante los legisladores del PLD por sus desacuerdos pasados con la dirección del partido.
Reuters ha colaborado en la elaboración de este artículo.
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