En un giro inesperado, los precios al consumo en Estados Unidos bajaron en junio, con el menor aumento anual en un año, lo que sugiere que la Reserva Federal podría estar más cerca de reducir los tipos de interés. El índice de precios al consumo (IPC) cayó un 0,1% el mes pasado, tras un mayo estancado, según el informe del jueves del Departamento de Trabajo. Es el segundo mes consecutivo de cifras moderadas del IPC, lo que podría reforzar la confianza de los responsables del banco central estadounidense en que la inflación sigue una tendencia a la baja.
En los 12 meses transcurridos hasta junio, el IPC subió un 3,0%, lo que supone una desaceleración respecto al aumento del 3,3% registrado en mayo. Estas cifras están por debajo de las previsiones de los economistas, que esperaban que el IPC subiera un 0,1% y registrara un crecimiento interanual del 3,1%.
Tras la publicación de los datos del IPC, los futuros de los índices bursátiles estadounidenses mostraron una ligera mejoría y subieron un 0,1%, lo que indica una apertura estable en Wall Street. Los rendimientos de los bonos experimentaron una notable caída, con el rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años desplomándose hasta el 4,183% y el rendimiento a dos años bajando hasta el 4,492%. El índice del dólar también bajó un 0,83%, mientras que el euro subió un 0,57%.
Los estrategas del mercado y los responsables de inversiones han sopesado las implicaciones de los datos del IPC. Robert Pavlik, gestor sénior de carteras de Dakota Wealth en Fairfield, Connecticut, señaló que las cifras mejores de lo esperado apuntan a la probabilidad de un recorte de tipos por parte de la Fed en septiembre, aunque considera menos probable un recorte de tipos en julio. Lou Basenese, Presidente y Estratega Jefe de Mercado de MDB Capital en Nueva York, cree que el descenso del IPC respalda las expectativas de los inversores de un próximo recorte de tipos, y sugiere que la sostenibilidad de este descenso podría verse aún más indicada por el próximo informe del Índice de Precios al Productor (IPP).
Kim Forrest, director de inversiones de Bokeh Capital Partners en Pittsburgh, se refirió al reciente énfasis del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en las decisiones basadas en datos, interpretando los datos del IPC como una indicación de que el repunte de la inflación a principios de año puede haber sido una anomalía. Ian Lyngen, responsable de estrategia de tipos en EE.UU. de BMO Capital Markets, se hizo eco de esta opinión, afirmando que los datos refuerzan la postura moderada de Powell y confirman que la estricta política de la Reserva Federal ha afectado a la inflación de los precios al consumo. Lyngen también sugirió que los recientes acontecimientos alcistas de los bonos y los datos de enfriamiento de la inflación probablemente influirán en el mercado de bonos en las próximas semanas y podrían sentar las bases para que la Fed inicie recortes de tipos ya en septiembre.
Reuters ha colaborado en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.