En una medida sin precedentes, la Suprema Corte de Justicia de México ha optado por detener sus operaciones en consonancia con un paro de labores iniciado por miles de empleados judiciales. La decisión, adoptada el martes por mayoría de ocho votos contra tres de los magistrados del Tribunal Supremo, se produce en un momento en que la Cámara Baja del Congreso se dispone a debatir una polémica propuesta de reforma judicial.
La reforma judicial, impulsada por el Presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, ha sido fuente de tensiones con Estados Unidos y ha desencadenado fluctuaciones en los mercados financieros. Esta reforma pretende revisar el sistema judicial permitiendo que el público elija a más de 7.000 jueces y magistrados, incluidos los de la Suprema Corte.
Los cambios propuestos incluyen reducir el número de jueces del Tribunal Supremo de once a nueve, acortar sus mandatos a 12 años y reducir a la mitad el requisito de experiencia laboral para los cargos ministeriales.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, protegida de López Obrador, también apoya la reforma, que se prevé que se apruebe fácilmente en el Congreso, donde el partido gobernante Morena tiene mayoría en ambas cámaras. López Obrador ha justificado la reforma como un medio para mejorar la responsabilidad judicial y combatir la corrupción.
Sin embargo, la reforma ha sido criticada por no abordar los problemas de la fiscalía y los organismos encargados de hacer cumplir la ley, que muchos consideran las fuentes reales de la impunidad y la corrupción.
También han expresado su preocupación los inversores y el embajador de Estados Unidos en México, que temen que la reforma pueda socavar el equilibrio de poder entre los poderes gubernamentales y afectar negativamente al clima de inversión en México, la segunda mayor economía de América Latina.
Las protestas de los trabajadores del poder judicial contra la reforma se han intensificado, hasta el punto de bloquear la entrada a la Cámara Baja del Congreso. Como resultado, los legisladores se han visto obligados a reunirse en el Complejo Deportivo Magdalena Mixhuca de Ciudad de México para continuar con el debate.
El debate sobre la reforma fue previamente ordenado suspender por un juez el sábado pasado debido a preocupaciones sobre los derechos laborales de los trabajadores judiciales.
Sin embargo, Ricardo Monreal, líder del partido Morena en la cámara baja, ha desestimado la orden del juez, tachándola de "intromisión indebida y grosera", y ha afirmado que el debate seguirá como estaba previsto.
Reuters colaboró en la elaboración de este artículo.
Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.