Las principales empresas energéticas como BP (NYSE: BP), Chevron (NYSE: NYSE:CVX), Exxon Mobil (NYSE: NYSE:XOM), Shell (LON: SHEL) y TotalEnergies (EPA: TTEF) podrían tener que pedir prestadas cantidades masivas para mantener la rentabilidad de los accionistas debido a la reciente caída de los precios del petróleo.
Tras disfrutar de más de dos años de importantes beneficios, estas empresas han desembolsado colectivamente más de 272.000 millones de dólares en dividendos y recompra de acciones desde principios de 2022.
El repunte de los precios de la energía, espoleado inicialmente por la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 y la recuperación mundial de la pandemia, ha generado beneficios récord en el sector energético.
Sin embargo, se espera que la reciente caída de los precios del crudo por debajo de los 70 dólares el barril, un mínimo no visto desde finales de 2021, junto con la disminución de los beneficios del refino, afecten a los beneficios futuros.
Los analistas de RBC Capital Markets han señalado que el sector podría enfrentarse a un desafiante 2025, que podría considerarse como un "año perdido" debido a la moderación de los precios del petróleo y a la debilidad de los márgenes de refino.
Las empresas podrían tener que aplanar sus programas de recompra de acciones y, potencialmente, pedir prestado para cubrir déficits en medio de tipos de interés elevados. Por ejemplo, Chevron podría necesitar pedir prestados unos 8.600 millones de dólares, y Exxon podría necesitar 5.100 millones para mantener sus niveles de recompra el año que viene.
BP, con un endeudamiento superior al de sus homólogas, es probable que reduzca el ritmo de sus recompras. El analista de UBS Joshua Stone predice que el ritmo de recompras de BP podría caer a 4.000 millones de dólares en 2025 desde los 7.000 millones de este año, suponiendo un precio medio del crudo de 75 dólares por barril. Del mismo modo, Shell podría recortar su ritmo de recompra en 1.500 millones de dólares hasta los 12.500 millones, mientras que TotalEnergies podría mantener su ritmo de 8.000 millones.
En agosto, BP anunció planes para recomprar acciones por valor de al menos 14.000 millones de dólares hasta 2025, con el objetivo de devolver a los accionistas el 80% del excedente de efectivo. A pesar de su elevado coeficiente de endeudamiento, un portavoz de BP confirmó que sus previsiones de rentabilidad se mantienen sin cambios y que la empresa mantiene un marco financiero disciplinado.
Algunas empresas energéticas ya han recurrido a sus reservas de efectivo para cumplir sus promesas de rentabilidad. Chevron, por ejemplo, desembolsó 6.000 millones de dólares a los inversores en el segundo trimestre, aun cuando sus beneficios netos fueron de 4.400 millones y su deuda aumentó en unos 2.500 millones respecto al trimestre anterior.
Los analistas de Morgan Stanley y Jefferies han ajustado recientemente a la baja sus previsiones de beneficios para el sector, citando recompras de acciones al máximo y una disminución prevista de los beneficios de alrededor del 22% para el tercer trimestre en comparación con el segundo. Como consecuencia, las empresas podrían reducir el gasto, especialmente en inversiones en energía con bajas emisiones de carbono, y recurrir al endeudamiento para mantener la rentabilidad para el accionista, según Giacomo Romeo, analista de Jefferies. Romeo también destacó que el sector podría enfrentarse a decisiones difíciles si los precios del mercado no mejoran.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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