SAO PAULO - En septiembre, los precios al consumo en Brasil experimentaron una modesta subida, impulsada principalmente por el aumento de los costes de la electricidad, en medio de una importante sequía que afecta al país. La agencia gubernamental de estadísticas IBGE informó el miércoles de que el índice de inflación de referencia IPCA subió un 0,44% en el mes, ligeramente por debajo del 0,46% que habían anticipado los analistas del mercado, pero marcando un cambio significativo respecto al descenso del 0,02% registrado en agosto.
En el periodo de 12 meses finalizado en septiembre, la tasa de inflación de Brasil alcanzó el 4,42%, superando por poco el 4,43% previsto por los economistas. El aumento de los precios refleja tendencias económicas más amplias en la mayor economía de América Latina.
Una sustancial subida del 5,36% en los precios residenciales de la electricidad contribuyó a la presión inflacionista. Brasil se enfrenta actualmente a una importante sequía, que ha provocado un aumento de los costes de la electricidad debido a la dependencia del país de las centrales hidroeléctricas para más de la mitad de su suministro eléctrico.
El Ministro de Hacienda, Fernando Haddad, abordó el impacto de la sequía en la economía, señalando que los recientes datos del IPCA "mostraban claramente" su influencia en los precios de la energía y los alimentos. A pesar de estas presiones, el Ministro Haddad aseguró que la inflación subyacente seguía "bajo control". La declaración pone de relieve el seguimiento que hace el Gobierno de las tendencias inflacionistas, excluidos los volátiles sectores de la energía y la alimentación.
Este repunte de los precios al consumo se produce en un momento en que Brasil sigue sorteando los retos económicos que plantean las cuestiones relacionadas con el clima y su impacto en servicios esenciales como la electricidad.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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