por César Enrique Pérez Moreno
(Amplía con detalles adicionales y citas a lo largo de la historia)
Infosel, junio. 3.- Un grupo de funcionarios mexicanos, liderados por el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, viajó desde el fin de semana a la capital de Estados Unidos para entablar negociaciones con funcionarios de alto nivel del gobierno de Donald J. Trump, a pesar del escenario adverso, con la encomienda de evitar la imposición de aranceles a productos de México.
La semana pasada, el presidente Trump anunció sus intenciones de poner un arancel de 5% a todas las importaciones de México a partir del 10 de junio, mismo que podría subir paulatinamente hasta 25%, para presionar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a hacer más para contener la migración ilegal de personas proveniente en su mayoría de Centroamérica.
Para el gobierno mexicano, sin embargo, la imposición de esos aranceles, además de ilegal, podría crear inestabilidad económica y terminará reduciendo los recursos que el país tiene para manejar los flujos migratorios provenientes de naciones como Honduras, El Salvador o Guatemala.
México mostró disposición a seguir trabajando de manera conjunta con la administración de Estados Unidos para reducir la migración forzada de personas, que huyen de los elevados niveles de pobreza y violencia en sus países de origen hacia el norte del continente.
"Las tarifas podrían causar inestabilidad financiera y económica, lo que significa que México podría reducir su capacidad para abordar los flujos migratorios y ofrecer alternativas para los migrantes que han llegado recientemente al país", dijo el canciller, en conferencia de prensa ofrecida desde la embajada de México en la ciudad de Washington, D.C. Es "trabajar junto con Estados Unidos como se ha hecho, y el resto de la comunidad internacional, particularmente con los países involucrados con el origen del flujo migratorio, y reducir la migración forzada por la pobreza y la violencia".
La delegación de funcionarios que llegó a la capital estadounidense, además del canciller Ebrard, está compuesta por Graciela Márquez, la secretaria de Economía federal; Jesús Seade, el subsecretario para América del Norte de Relaciones Exteriores y quien representó al presidente López Obrador en la negociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, o T-MEC; Víctor Villalobos, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural; y Martha Bárcena, la embajadora mexicana en Estados Unidos.
"Estamos trabajando en lo que es correcto trabajar, que es actualizar y modernizar el NAFTA, el TLCAN, con el nuevo tratado que hemos logrado", dijo Seade, en la conferencia de prensa. "De pronto tenemos esta enorme piedra en el camino, que pone en entredicho el progreso de ese tratado, el cual es vital para nuestras economías".
El presidente Trump, sin embargo, publicó la tarde del domingo un mensaje en su cuenta de la red social Twitter en el que dijo que no estaba interesado en dialogar con México, que esperaba acciones y que el gobierno de López Obrador podría terminar con la migración de personas en un día si quisiera.
"México está enviando una gran delegación para hablar sobre la frontera. El problema es que ellos han estado 'hablando' por 25 años", escribió el mandatario en su cuenta @realDonaldTrump, antes de irse a un viaje de tres días por el Reino Unido. "Queremos acción, no hablar. Ellos podrían resolver la crisis de la frontera en un día si lo quisieran".
"Como señal de buena fe, México debería para inmediatamente el flujo de gente y de drogas que cruzan su país hacia nuestra frontera sur. ¡Ellos podrían hacerlo si quisieran!", agregó hoy el mandatario.
Para algunos, el gobierno de Estados Unidos erra al amenazar a México y debería apostar por una mayor cooperación para evitar una mayor crisis en la frontera que ambos países comparten.
"En lugar de imponer tarifas, sin embargo, lo que se necesita con urgencia son negociaciones inmediatas, determinadas y constantes con México para resolver los complejos problemas que rodean la inmigración irregular que cruza nuestra frontera compartida", escribió Earl Anthony Wayne, exembajador de Estados Unidos en México, en una columna de opinión que publicó en el portal de internet The Hill. "El gobierno mexicano no ha tenido recursos suficientes para gestionar el aumento del flujo de migrantes, ni ha aplicado una política coherente sobre cómo tratarlos y cuidarlos".
En México, el presidente López Obrador hizo un nuevo llamado a la prudencia y reiteró que el país buscará resolver la disputa con el gobierno de Trump por la vía diplomática.
"No vamos a engancharnos en una confrontación, nosotros pensamos que se puede llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y seguimos considerando que el gobierno de Estados Unidos es un gobierno amigo de México, y yo quiero seguir siendo amigo del presidente Donald Trump", dijo el mandatario, en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional. "Vamos a salir bien, no debemos de preocuparnos de más y ocuparnos de seguir trabajando para impulsar las actividades productivas en México, para crear empleos, para que haya bienestar".
La delegación de funcionarios mexicanos seguirá trabajando y reuniéndose de aquí al 5 de junio, cuando el secretario Ebrard sostendrá un encuentro con Mike Pompeo, el secretario de Estado norteamericano.
El secretario Villalobos, por su parte, sostendrá hoy un encuentro con su homólogo estadounidense, Sony Perdue, y más tarde, la secretaria Márquez sostendrá un diálogo con su similar estadounidense, Wilbur Ross. Los funcionarios mexicanos también esperan hablar estos días con Robert Lighthizer, el representante comercial de Trump.
Ebrard Casaubón dijo que México no irá más allá de la Constitución para evitar los aranceles estadounidenses y agregó que, aunque no se lo han pedido oficialmente, el gobierno de López Obrador tampoco está dispuesto a aceptar el trato de convertirse en un tercer país seguro para recibir a los migrantes centroamericanos mientras esperan resolución de asilo en Estados Unidos.