por Adrian Estañol Casáis
Infosel, enero. 2.- El subgobernador Gerardo Esquivel permaneció en su postura 'dovish' o a favor de acelerar la bajada de tasas de interés, al advertir que es una de las pocas oportunidades que tenía el Banco de México para tomar una política monetaria "más decidida" en un momento en el que la economía se encuentra estancada, reveló la minuta.
Esquivel fue ahora el único disidente que votó por recortar la tasa a un nivel mayor y llevarla hasta 7%. Por el contrario, el banquero central Alejandro Díaz de León, así como los subgobernadores Irene Espinosa, Javier Guzmán y Jonathan Heath, votaron por reducirla a 7.25%, con lo que se validó el cuarto recorte seguido de tasas.
Para Esquivel, el Banco de México debió aprovechar que la inflación está por debajo de la meta de 3%, que el tipo de cambio en 19 pesos por dólar, que hay menores riesgos y una economía estancada, para tener una política monetaria más acomodaticia.
"Considero que la coyuntura en la que se tomó esta decisión era quizá una de las últimas oportunidades favorables de este ciclo para poder realizar un ajuste más decidido en la política monetaria", dijo Esquivel en la explicación de su voto disidente. "En mi opinión reducir la tasa de interés en sólo 25 puntos base es insuficiente para reconocer los avances que se han logrado en materia de reducción de la inflación y de mitigación de riesgos en los últimos meses".
Claro que, a diferencia de la decisión monetaria anterior, esta opinión a favor de recortes más agresivos se quedó sin el apoyo del subgobernador Heath, quien ahora votó por un recorte de 25 puntos base.
Al reducir la tasa de interés, Banco de México resta incentivos para el ahorro y favorece --al menos en la teoría-- al consumo, lo que ayudaría a acelerar la actividad económica nacional en un contexto de debilidad como el que se registró en los primeros nueve meses de 2019. Ello, claro, en un contexto donde la inflación está muy cerca de la meta de 3% que tiene como objetivo el Instituto Central.
Solo que, contrario a la opinión de Esquivel, quien junto con Heath son los miembros más nuevos de la Junta, la mayoría del cuerpo colegiado responsable de dictar la política monetaria nacional decidió fijar la tasa en 7.25%, debido a que existe un panorama de elevada incertidumbre económica que podrían afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios en la economía.