por Adrian Estañol Casáis
(Amplía con detalles adicionales y citas a lo largo de la historia)
Infosel, enero. 2.- La minuta del último encuentro de política monetaria del año de la Junta de Gobierno de Banco de México confirmó que el subgobernador Gerardo Esquivel fue el único integrante que se opuso a la decisión de recortar la tasa objetivo a un día en un cuarto de punto porcentual, al considerar que era buen momento para ser agresivos.
Esquivel permaneció en su postura 'dovish' o a favor de tener una tasa de interés más baja e incluso advirtió que es una de las pocas oportunidades que tenía el Banco de México para tomar una política monetaria "más decidida" en un momento en el que la economía se encuentra estancada.
De esta manera, el economista de 54 años fue el único disidente al proponer llevar la tasa hasta 7%. No obstante, la mayoría encabezada por el banquero central Alejandro Díaz de León, así como los subgobernadores Irene Espinosa, Javier Guzmán y Jonathan Heath, votó por reducirla únicamente hasta 7.25%, en el cuarto recorte seguido de la principal herramienta de política monetaria.
El subgobernador Esquivel, quien las últimas tres reuniones votó por recortes mayores a los que finalmente se aplicaron, estimó que el Banco de México debió aprovechar que la inflación está por debajo de la meta de 3%, que el tipo de cambio en 19 pesos por dólar, que hay menores riesgos y una economía estancada para tener una política monetaria más acomodaticia.
"Considero que la coyuntura en la que se tomó esta decisión era quizá una de las últimas oportunidades favorables de este ciclo para poder realizar un ajuste más decidido en la política monetaria", dijo Esquivel Hernández en la explicación de su voto disidente. "En mi opinión reducir la tasa de interés en sólo 25 puntos base es insuficiente para reconocer los avances que se han logrado en materia de reducción de la inflación y de mitigación de riesgos en los últimos meses".
Al reducir la tasa de interés, Banco de México resta incentivos para el ahorro y favorece --al menos en la teoría-- al consumo, lo que ayudaría a acelerar la actividad económica nacional en un contexto de debilidad como el que se registró en los primeros nueve meses de 2019. Ello, claro, en un contexto donde la inflación está muy cerca de la meta de 3% que tiene como objetivo el Instituto Central.
A diferencia de la decisión anterior, la campaña por recortes de tasas más agresivos se quedó sin el apoyo del subgobernador Heath, quien ahora votó por un recorte de 25 puntos base. Heath y Esquivel son los miembros de más reciente incorporación a la Junta de Gobierno de Banco de México.
La mayoría de la junta, sin embargo, decidió fijar la tasa en 7.25% debido a que existe un panorama de elevada incertidumbre económica que podrían afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios en la economía.
Para 2020, la mayoría consideró que "las inflaciones generales y subyacente reflejarán tanto las condiciones de mayor holgura en la economía como las presiones de costos que se pudieran derivar de los aumentos en el salario mínimo", reveló la minuta.
Aunque cuatro de los cinco miembros de la Junta mencionaron que este incremento salarial presionaría a los costos, anticiparon que la inflación podría elevarse moderadamente frente a lo previsto en el último informe trimestral del Instituto Central.
En el reporte trimestral de inflación correspondiente al periodo de julio a septiembre, el Banco de México estimó que la inflación general cerrará el año en su meta de 3%. Incluso, en la minuta, los miembros de la Junta reconocen que será por debajo de este objetivo, pero la inflación subyacente --o aquella que desestima los cambios en productos muy volátiles, como alimentos y energéticos-- tardará más en desacelerar.
Para Esquivel, la resistencia de la inflación subyacente no es motivo suficiente para mantener niveles tan elevados de las tasas, así como tampoco lo es "el supuesto riesgo inflacionario atribuido al salario mínimo".
"Sobredimensionar este riesgo puede terminar alimentando las expectativas de inflación y convertirse en una profecía autocumplida", añadió Esquivel, quien sustituyó a Roberto del Cueto, subgobernador que renunció por motivos personales.
Incluso, otro integrante de la junta, que no es identificado, reconoce que las tasas podrían seguir bajando en los siguientes meses, si es que la inflación continúa bajo control y con ajustes graduales.
Un integrante de la junta argumentó "que la posibilidad de una inflación por encima de la trayectoria prevista afectaría la credibilidad del Instituto Central, lo cual reafirma la necesidad de ajustes graduales de la tasa de referencia dentro del rango restrictivo". "En este sentido, el mismo indicó que la velocidad de dichos ajustes debe considerar su efecto sobre las expectativas de los agentes. Mencionó que empresas y analistas hacen conjeturas sobre las acciones futuras de política monetaria, las cuales inciden sobre sus expectativas de inflación".