En una declaración realizada hoy en la Conferencia sobre Sostenibilidad de Hamburgo, Achim Steiner, administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, arrojó luz sobre los graves problemas financieros a los que se enfrentan los países más pobres del mundo.
Steiner señaló que estas naciones se ven obligadas a redirigir fondos de otras inversiones al servicio de sus deudas, una situación que las ha colocado en desventaja en los mercados financieros mundiales.
Según Steiner, la presión para evitar el impago de la deuda ha provocado una reducción del gasto en áreas que podrían promover el desarrollo sostenible. A estos países les resulta cada vez más difícil obtener préstamos, y muchos de ellos han quedado excluidos de los mercados financieros. Esta presión financiera está obstaculizando su capacidad para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, ya que deben recortar otros gastos para hacer frente a sus obligaciones de deuda.
Las observaciones del administrador subrayan las terribles circunstancias a las que se enfrentan los países menos desarrollados y la urgente necesidad de encontrar soluciones para aliviar la carga de su deuda. La actual crisis financiera no es sólo una cuestión de preocupación económica, sino que también tiene profundas implicaciones para los esfuerzos mundiales hacia el desarrollo sostenible.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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