Los mercados asiáticos se preparan para un comienzo complicado el lunes, tras la publicación de los decepcionantes datos económicos de China. Por el contrario, Wall Street vivió una de sus mejores semanas del año, impulsado por las expectativas de que la Reserva Federal podría aplicar un recorte significativo de los tipos de interés.
Es probable que los inversores asiáticos reaccionen negativamente a una serie de indicadores económicos chinos preocupantes. Las cifras oficiales publicadas el sábado revelaron un fuerte descenso de los precios de las viviendas nuevas, lo que supone la mayor caída en nueve años. Además, el crecimiento de la producción industrial se ha ralentizado hasta su nivel más bajo en cinco meses, la inversión extranjera directa se ha desplomado un 31,5% y las ventas minoristas han seguido debilitándose.
A pesar de estas tendencias inquietantes, algunos inversores, en particular los fondos de cobertura conocidos por su tolerancia al riesgo, pueden encontrar en el mercado chino una oportunidad atractiva. Las acciones chinas han caído un 15% en los últimos meses, acercándose a su punto más bajo en casi seis años. La economía se enfrenta a la deflación, a unas perspectivas de crecimiento sombrías y a la falta de medidas de estímulo sustanciales por parte de las autoridades.
El banco central ha trabajado activamente para proteger el tipo de cambio del yuan, que se ha fortalecido notablemente en las últimas semanas, en medio de la disminución de las entradas de capital y el aumento de las salidas.
En contraste con la situación en China, las bolsas estadounidenses cerraron la semana anterior al alza: el S&P 500 se acercó a su máximo histórico del 15 de julio y el Nasdaq terminó la semana con una subida del 6%, su mejor resultado desde octubre. El optimismo se debe en parte a la expectación ante la próxima decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés y la revisión de las previsiones económicas el miércoles.
La semana próxima también se publicarán los datos de inflación de Japón y Hong Kong, y se esperan las decisiones de política monetaria de Indonesia, Taiwán, China y el Banco de Japón.
Como telón de fondo de estos acontecimientos, la administración Biden confirmó el viernes fuertes aumentos de los aranceles a las importaciones chinas, incluido un derecho del 100% sobre los vehículos eléctricos. Pekín ha expresado su intención de tomar "las medidas necesarias para defender resueltamente los intereses de las empresas chinas."
Entre los acontecimientos clave que podrían influir en los mercados asiáticos el lunes se encuentran los datos de la inflación de los precios al por mayor en Alemania para agosto y el índice manufacturero de la Fed de Nueva York para septiembre. Además, Estados Unidos celebrará subastas de letras del Tesoro a 3 y 6 meses.
Reuters colaboró en la elaboración de este artículo.
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