Mientras los países occidentales se preparan para imponer restricciones a las exportaciones chinas, China está dispuesta a animar a los líderes africanos a importar más de sus productos, incluidos vehículos eléctricos y paneles solares. La propuesta se hará en una cumbre que se celebrará esta semana en Pekín y en la que participarán 50 países africanos. La cumbre, de carácter trienal, es una plataforma en la que China ha prometido préstamos e inversiones a países africanos.
Sin embargo, se espera que los líderes africanos pidan aclaraciones sobre el pasado compromiso de China de comprar 300.000 millones de dólares en bienes, adquirido en la última cumbre de 2021. También preguntarán por el estado de los proyectos de infraestructuras financiados por China, como el ferrocarril destinado a conectar la gran región de África Oriental, que siguen sin completarse.
China, principal prestamista, inversor y socio comercial de África, está pasando de financiar proyectos a gran escala a vender tecnologías avanzadas y respetuosas con el medio ambiente. Este giro se produce cuando China se enfrenta a problemas de exceso de capacidad en sectores como los vehículos eléctricos y los paneles solares, como señalan Estados Unidos y la Unión Europea. Para contrarrestarlo, China busca establecer bases de producción en el extranjero para los mercados emergentes.
Las condiciones de los préstamos concedidos por China a los Estados africanos también se han ajustado, y se han destinado más fondos a parques solares, fábricas de vehículos eléctricos e instalaciones Wi-Fi 5G, en lugar de a proyectos de infraestructuras tradicionales como puentes y puertos. El año pasado, China concedió 13 préstamos por un total de 4.200 millones de dólares a ocho países africanos y dos bancos regionales, con aproximadamente 500 millones de dólares destinados a iniciativas hidroeléctricas y solares.
Está previsto que el Presidente Xi Jinping inaugure el jueves la novena Cumbre del Foro de Cooperación China-África, en la que abogará por que los países africanos se comprometan con el creciente sector chino de la energía verde. En la cumbre estarán representados todos los Estados africanos excepto Eswatini, que no mantiene relaciones diplomáticas con Pekín.
La competencia geopolítica es evidente, ya que Estados Unidos, tratando de mantener su cuota de mercado, ha empezado a recibir a líderes africanos. Otros países, como Gran Bretaña, Italia, Rusia y Corea del Sur, han reconocido el potencial de la joven población africana y sus 54 escaños en la ONU, celebrando cumbres similares en los últimos años.
La influencia de China como socio financiero y comercial supera a la de otras naciones, pero aún está por ver si los líderes africanos pueden aprovechar su posición para obtener resultados más favorables de sus compromisos con China.
En la cumbre, se espera que China manifieste su interés por acceder a minerales como el cobre, el cobalto y el litio de países como Botsuana, Namibia y Zimbabue. Sin embargo, es posible que China se muestre cauta a la hora de asumir nuevos compromisos de financiación, teniendo en cuenta las recientes solicitudes de reestructuración de la deuda de Chad, Etiopía, Ghana y Zambia desde la cumbre de 2021.
Si bien China puede estar interesada en las transferencias de tecnología, su voluntad de conceder nuevos préstamos podría verse atenuada por cuestiones de seguridad. Incidentes como el enfrentamiento entre Níger y Benín, que se saldó con la muerte de seis soldados nigerinos que custodiaban un oleoducto respaldado por PetroChina (HK:0857), y las violentas protestas en Kenia por la subida de impuestos, ponen de relieve los riesgos que entrañan estos compromisos financieros.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.