El Banco Popular de China (BPC) se dispone a recortar el lunes sus tipos de interés preferenciales para préstamos, como parte de la estrategia más amplia de Pekín para apoyar al sector inmobiliario del país, que atraviesa dificultades, y estimular el crecimiento económico. Esta anticipada medida se produce tras las diversas medidas monetarias, fiscales y de liquidez aplicadas recientemente por el Gobierno para combatir las presiones deflacionistas e impulsar la economía.
El gobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng, anunció el viernes en un foro financiero celebrado en Pekín que los tipos de interés preferenciales para préstamos se reducirían entre 20 y 25 puntos básicos. Este anuncio, según informó la agencia oficial de noticias Xinhua, supone un paso decisivo del banco central para hacer frente a la ralentización económica.
Además del recorte de tipos, el PBOC desveló el viernes iniciativas para inyectar más de 100.000 millones de dólares en el mercado bursátil chino. Estas medidas contribuyeron a una subida del 3,6% en el índice de acciones blue-chip de Shanghai y del 1,6% en el índice MSCI Asia ex-Japan, marcando su mejor día desde el 26 de septiembre.
Los recientes datos económicos de China, aunque reflejan desafíos, no fueron tan nefastos como algunos habían previsto. El crecimiento anual del PIB del país en el tercer trimestre fue del 4,6%, ligeramente por encima de las previsiones del consenso. Sin embargo, el economista Phil Suttle destacó que en los dos últimos trimestres se ha registrado una tasa de crecimiento anualizada desestacionalizada de tan sólo el 2,75%, un mínimo histórico fuera de las recesiones relacionadas con el COVID.
A pesar de la reacción positiva del mercado bursátil, los rendimientos de los bonos están experimentando una tendencia a la baja. Tras un repunte inicial por las esperanzas de reflación económica debidas a las medidas de apoyo, el rendimiento a 10 años se acerca de nuevo a la marca del 2,00%.
El panorama geopolítico también está afectando al sentimiento del mercado, con el resurgimiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Según un informe del Wall Street Journal del viernes, el candidato presidencial republicano Donald Trump declaró que impondría aranceles de entre el 150% y el 200% a China si el país emprendía acciones militares contra Taiwán.
Mientras tanto, la economía estadounidense sigue demostrando su fortaleza, con datos económicos recientes que superan las expectativas, un crecimiento del PIB que se mantiene por encima del 3%, unos sólidos beneficios entrantes y Wall Street alcanzando nuevos máximos históricos. Sin embargo, los analistas de Raymond James han expresado cautela, señalando que ciertas opciones a corto plazo e indicadores técnicos sugieren que el mercado podría estar a punto de experimentar un periodo de consolidación o un retroceso a corto plazo.
Las condiciones financieras mundiales se están relajando a medida que los bancos centrales de todo el mundo bajan los tipos de interés y las bolsas suben. Los inversores asiáticos siguen de cerca la evolución del dólar estadounidense, que se ha recuperado recientemente y ha alcanzado máximos de tres meses.
En los próximos días, los mercados también estarán atentos a los datos oficiales del PIB de Malasia correspondientes al tercer trimestre, que se publicarán el 21 de octubre. Además, está prevista la intervención del vicegobernador del Banco de la Reserva de Australia, Andrew Hauser, que podría ofrecer más información sobre las perspectivas económicas de la región.
Reuters ha colaborado en la elaboración de este artículo.
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