Por Ana Mano
SAO PAULO, 5 dic (Reuters) - El regulador antimonopolios de Brasil firmó el lunes un acuerdo de indulgencia con la segunda constructora más grande del país por el cual la compañía admitió que fue parte de un cartel para construir los estadios del Mundial de Fútbol 2014, dijo la agencia en un comunicado.
Andrade Gutierrez Engenharia SA CANT4B.SO entregó evidencia que involucró a otras cinco compañías de ingeniería que se coludieron en la licitación de contratos para construir o remodelar los estadios utilizados en el torneo de la FIFA del que Brasil fue anfitrión, dijo el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE).
El acuerdo de indulgencia es el séptimo que logra el Cade con compañías que han sido incluidas en una lista negra por su participación en el mayor escándalo de corrupción de Brasil, centrado en Petrobras (NYSE:PBR) PETR4.SA , la petrolera controlada por el Estado.
El nuevo acuerdo es una señal de la fiscalización más severa de los reguladores a compañías que se sospeche que han participado en prácticas anticompetitivas para ganar contratos de compañías estatales o controladas por el Estado.
El Cade halló evidencia de manipulación de licitaciones en los contratos de cinco estadios, incluidos el Maracaná en Río de Janeiro, el Arena Pernambuco cerca de Recife y el Estádio Mineirão en Belo Horizonte. No se reveló los nombres de dos de los cinco estadios para no interferir en las investigaciones, dijo el Cade.
La semana pasada, Andrade Gutierrez y el Cade anunciaron otro acuerdo de indulgencia como parte de una investigación separada sobre arreglo de licitaciones relacionada con las compañías que realizaron obras en las favelas de Río de Janeiro. Gutierrez estuvo a cargo de la construcción del recinto más costoso del Mundial, el Estadio Nacional Mané Garrincha de Brasilia con capacidad para 70.000 espectadores.
Aún no se sabe si la obra está entre las licitaciones fraudulentas, pero costó más de 800 millones de dólares, un valor que ayudó a avivar protestas violentas en su momento.
Brasilia, la capital del país, no tiene equipos de primer nivel y enfrenta dificultades para cubrir los 2,5 millones de dólares que cuesta mantener el estadio, que ha atraído a las multitudes más numerosas para conciertos de Paul McCartney y Beyoncé. (Reporte de Ana Mano y Anthony Boadle; editado en español por Ricardo Figueroa)