El Instituto Nacional de Estadística francés (INSEE) pronostica una desaceleración del crecimiento económico del país a medida que vaya desapareciendo el impulso temporal de los Juegos Olímpicos de París. Tras un periodo de aceleración en el tercer trimestre, impulsado por la afluencia de turistas y el gasto relacionado con los Juegos Olímpicos, se espera que Francia vea contraerse su economía en el último trimestre del año.
El INSEE ha informado de que el tercer trimestre registró un crecimiento del 0,4%, un ligero descenso respecto al 0,5% previsto anteriormente. Los Juegos Olímpicos contribuyeron significativamente a este crecimiento, proporcionando un impulso del 0,3%, en gran parte gracias a la venta de entradas, los derechos de retransmisión y los gastos de los turistas en servicios de hostelería.
A pesar de este repunte, las perspectivas para el último trimestre son menos optimistas, con una contracción prevista del 0,1%. Por consiguiente, la previsión de crecimiento de Francia para todo el año se mantiene en el 1,1%, en consonancia con las estimaciones anteriores. Esto coincide con las previsiones del Gobierno, que habían sido ligeramente ajustadas durante el verano por el Ministro de Hacienda, Bruno Le Maire, quien anticipó que los Juegos Olímpicos podrían dar lugar a un crecimiento más fuerte que la previsión oficial del 1%.
El nombramiento de Michel Barnier como nuevo primer ministro por el presidente Emmanuel Macron el pasado viernes se produce en medio de desafíos políticos tras un parlamento indeciso en julio. Barnier se enfrenta a la tarea inmediata de formar un gabinete y elaborar el presupuesto de 2025, que se espera que encuentre dificultades en el dividido parlamento.
Es probable que las empresas francesas sigan actuando con cautela y retrasen sus planes de inversión ante los elevados tipos de interés y la inestabilidad política. La debilidad económica de Alemania, principal socio comercial de Francia, complica aún más la situación de los exportadores franceses.
Como dato positivo, el INSEE prevé que la inflación se mantenga por debajo del 2% durante el resto del año y alcance el 1,6% en diciembre, lo que podría ayudar a mantener el poder adquisitivo de los hogares y mitigar en parte el descenso del gasto de los consumidores tras los Juegos Olímpicos.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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