El consejero delegado de Boeing (NYSE:BA), Kelly Ortberg, presentó un plan para revitalizar el fabricante aeroespacial, haciendo hincapié en un cambio significativo de la cultura corporativa y en mejoras en diversos sectores del negocio. Ortberg destacó la necesidad de mejorar el rendimiento del sector de defensa y de los programas clave de aeronaves, incluidos el 737 MAX y el 777, al tiempo que pretendía estabilizar la situación general de la empresa.
Durante su primera llamada de resultados como consejero delegado, Ortberg transmitió a los empleados de Boeing la urgencia de la situación, describiendo la empresa como un punto de inflexión tras una serie de reveses que han minado la confianza de los clientes. Reconoció que la transformación de Boeing sería un proceso gradual, pero se mostró optimista sobre el potencial de grandeza de la empresa.
El impulso al cambio llega en un momento en que Boeing se enfrenta a una prolongada huelga de unos 33.000 trabajadores, que ha afectado gravemente a la producción de su avión 737 MAX, entre otros modelos. La huelga se ha prolongado durante más de un mes, lo que ha dado lugar a importantes planes de reducción de plantilla anunciados a principios de octubre.
Ortberg expresó su esperanza de que una nueva propuesta de contrato, que se somete hoy a votación, sea aceptada por los trabajadores en huelga, aunque su aprobación no está garantizada.
Boeing también tiene que hacer frente a un límite de producción del MAX impuesto por las autoridades debido a un grave incidente con un panel de la puerta. Ortberg reconoció los retos que se plantearán incluso si se levanta la huelga, en particular la reanudación de las líneas de producción y el restablecimiento de la cadena de suministro, que ha sufrido recortes de plantilla y ha paralizado las inversiones en las últimas semanas.
El Consejero Delegado subrayó la importancia del cambio de cultura, que fue tema de debate en una reciente reunión ejecutiva. Ha iniciado una cadencia empresarial más detallada para abordar y comprender las causas subyacentes de los problemas dentro de la empresa.
Ortberg señaló que antes de que Boeing pueda plantearse el desarrollo de un nuevo avión, la empresa debe primero estabilizar sus operaciones, mejorar la ejecución de los programas, racionalizar su cartera y restablecer su balance.
Boeing comunicó un aumento significativo del consumo trimestral de efectivo, que alcanzó los 1.960 millones de dólares, frente a los 310 millones del mismo trimestre del año anterior. La pérdida ajustada por acción también se amplió a 10,44 dólares, y los ingresos trimestrales disminuyeron un 1%, hasta 17.840 millones de dólares. Ortberg no hizo comentarios sobre una posible ampliación de capital, que podría rondar los 15.000 millones de dólares según informes anteriores.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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